Camila Andrea González, obtuvo de manos de Aydé González, el paquete 1.000 con el que se apoya a las gestantes.
Madres vulnerables de Caldas reciben el paquete con artículos para atender a su bebé. Ayer se entregó el número 1.000. Conozca la causa y únase a ella. Apoyo.
Camila Andrea González, del barrio El Carmen, recibió ayer la Caja de Ilusiones número 1.000 que entrega la Corporación Sagrada Familia a madres vulnerables de Caldas desde el 2013, esto para la atención de sus bebés. La sorpresa le hará más amena la llegada a Hellen Sofía, que nacerá a mediados de octubre.
La gestante beneficiaria agradeció por el paquete que contenía, entre otras cosas, productos de limpieza para la recién nacida y su progenitora, toalla, cobija y ropa, un total de 28 artículos. La caja, al final, puede utilizarse como cuna, pues en el fondo trae un colchón.
“Estar aquí, con la Corporación, fue una experiencia muy linda. Desde el principio del proceso hasta ahora, estuvieron conmigo viendo qué necesitaba. Aprendí mucho de los cursos a los que me invitaron”, apuntó la joven, de 20 años.
González se refiere a los 17 talleres que deben aprobar las madres de sectores deprimidos para hacerse acreedoras a la Caja. También deben certificar el haber asistido a los controles prenatales y actividades médicas, propias de esta etapa femenina.
“El que más me gustó fue el de la lactancia, pues nos enseñaron la manera correcta de alimentar a nuestros hijos. Hoy sé como atender bien a mi bebé”, agregó.
En lo administrativo
Aydé González, directora administrativa de la Corporación, integró la comitiva, a la que se sumaron voluntarias de la entidad, y se encargó de resaltar el trabajo de otras colaboradoras.
“Esto es demasiado gratificante. Surgió primero como una simple idea (de Marcela del Pilar Hoyos y Clemencia Trujillo) y se convirtió en un programa que no solo les sirve a las gestantes y sus bebés; con esto se capacita a sus familias”, mencionó.
La administrativa subrayó que para ser beneficiaria se debe tener 14 años o más y no haber superado las 20 semanas de gestación. Deben habitar barrios estrato 1 y 2.
“Estamos empoderando mujeres, fortaleciendo el vínculo afectivo, para que sean las salvadoras de sus hijos. Esto es un trabajo en el que nos apoyan particulares y empresas de la ciudad, que no tienen que ver nada con lo político”, resaltó refiriéndose a los aliados Jabonerías Hada y las Fundaciones Nutrir (con su programa Gestar Futuro), Arme y Lúker.
María Isabel Giraldo, voluntaria y miembro del consejo de administración, valoró el trabajo que busca disminuir la mortalidad materno-infantil.
“Les hacemos acompañamiento durante los primeros meses de vida del bebé. Se han entregado durante la pandemia, en un tiempo tan difícil. Esperamos sacar adelante, este año, 180 gestantes”, concluyó.
Me ayudaron a dejar atrás el miedo de ser una madre primeriza y a enfrentar esta bonita realidad. El tener un bebé es una posibilidad hermosa que Dios nos da: Camila Andrea González.