Victoria del tití gris
Desde hace 15 años Corpocaldas lidera el Plan Nacional de Conservación de esta especie endémica. Los recuperan del tráfico ilegal y los ayudan a regresar a su hábitat natural. Victoria.
El mono tití gris es una especie endémica de Colombia, en peligro de extinción, que habita en los bosques húmedos y secos del Oriente de Caldas. El tráfico ilegal ha reducido su población. En Victoria funciona el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre donde Corpocaldas los ayuda a regresar a su hábitat.
El oriente de Caldas es sinónimo de biodiversidad. Alberga el Parque Nacional Natural Selva de Florencia; lo recorren ríos como La Miel, Samaná, Manso, Guarinó, Gualí y Magdalena;
y entre su fauna hay una especie única en el país: el mono tití gris.
Este mico pequeño, de melena abundante entre marrón, gris y blanca; cara desnuda y cola de hasta 40 centímetros, con suerte, se puede ver saltando en grupos de tres o cinco individuos entre las partes altas de los árboles de bosques húmedos y secos tropicales, como los que hay en las zonas bajas de Samaná y Pensilvania; la charca de Guarinó, en La Dorada; o el embalse de Amaní, en Norcasia.
Sin embargo, por el tráfico ilegal de fauna silvestre en ese sector también es común ver monos solitarios, adormilados, con los colmillos cortados y ofrecidos como mascotas. Al pasarles el efecto del sedante, se tornan inquietos e inmanejables. Ese maltrato los puede matar.
Por esa misma zona, en el predio Bellavista de Victoria, está el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre del Oriente de Caldas ( CRFSOC) que funciona desde el 2006 como parte del Plan nacional de conservación del tití gris formulado
1 EVALUACIÓN
Al llegar, estabilizan al animal. Lo hidratan. Realizan un diagnóstico médico, físico, etológico, genético y nutricional. Revisan si tiene enfermedades o lesiones; evalúan su comportamiento, si está en shock, deprimido o exaltado, etc. Así definen su tratamiento.
2 CUARENTENA
Lo ingresan a una zona de cuarentena durante 90 días. Son espacios de 1,20 metros de ancho, 2 metros de largo y 2 metros de alto. En esta etapa se inicia la transición en la alimentación. Si el mico comía arroz y frijoles en una casa, hay que cambiarle la dieta de manera gradual a frutas picadas, lavadas y, en ocasiones, cocinadas. También conforman de grupos sociales, integrados por una hembra y un macho dominantes, hembras subyugadas o individuos juveniles.
3 RECINTOS DE TRANSICIÓN
Los grupos se trasladan a jaulas de 3x3x3 metros para que se ejerciten y recuperen habilidades de trepar y saltar; reaccionen ante amenazas como el humano o sus depredadores como serpientes, tigrillos o aves rapaces; busquen fuentes de alimento, con frutas en trozos más grandes, cortezas y resinas, además de insectos como grillos.
4 PRELIBERACIÓN
Cuando el tití se desenvuelve bien en el espacio, en compañía de su grupo, se pasa al recinto final o de preliberación, de 5x5x5 metros. En el centro hay 9 jaulas de ese tamaño. Son estructuras que asemejan el medio natural. Deben estar en doseles altos, como en el bosque, para que se expongan en el suelo. Para eso les ubican perchas y lianas de diferentes tamaños; se refuerzan comportamientos de grupo como zonas de descanso compartidas en dos cajones. Además deben buscar la comida en el recinto, en porciones enteras, como racimos de plátanos, o escondida entre hojas o cocos.
5LIBERACIÓN Y SEGUIMIENTO
Se evalúa la genética de los monos, así se define si hay parentesco entre los individuos del grupo y se identifica su lugar de origen. Esto es crucial para definir los sitios de liberación, hay que regresarlos a la zona a la que pertenecen. Corpocaldas contacta a personas o corporaciones que ayuden a evaluar la zona elegida: que no tenga cazadores ni exista tala de árboles; además sin presencia de otros grupos de monos titís, ya que son animales territoriales. Para el seguimiento usan aparatos de telemetría, con tecnología de ondas de radio ( VHF) o satelitales ( GSM), que a través de transmisores, en forma de mochila que cargan los machos dominantes, envían señales que permiten ubicarlos y saber sus desplazamientos o zonas de descanso.
por Corpocaldas, el Ministerio de Medio Ambiente y otras corporaciones, con el apoyo de Isagén.
Acciones
A ese sitio de unas tres hectáreas, ubicado a seis kilómetros del casco urbano de Victoria, llegan los animales para ser valorados y atendidos por especialistas en fauna silvestre como la médica veterinaria Kimberly Puentes; el veterinario y zootecnista Christian Camilo Beltrán; y la bióloga Pamela Andrea Hincapié, además de cinco operarios, quienes los tratan en su recuperación hasta regresarlos a su hábitat natural.
Óscar Ospina Herrera, profesional especializado del grupo de Biodiversidad y Ecosistema de Corpocaldas, cuenta que hace 15 años recibían cerca de 60 monos titís al año y ahora llegan entre 10 y 12. Lo que demuestra que las acciones para controlar el tráfico ilegal, su protección y conservación han sido efectivas.
Además de la rehabilitación, el Plan desarrolla actividades en educación ambiental con las comunidades y autoridades; promueven la reforestación para adecuar corredores biológicos; investigan y producen textos científicos, como los libros de ecología para niños, y anatomía del tití gris que publicará este año; realizan controles de tráfico ilegal, entre otras.
“En el ecosistema no hay una especie más importante que otra, todas cumplen una función particular. Si en un reloj falta una pieza o está mal ubicada, no funciona. Lo mismo pasa en la naturaleza. Si la población del tití es reducida, el ecosistema empieza a alterar su funcionamiento, si desaparece, la alteración es más grave”, expresa Ospina Herrera.
Recalca que lo que buscan en el CRFSOC es preservar la vida del tití gris, mejorar su bienestar y liberarlos. Para eso, el profesional explica cómo es el proceso de recuperación de los monos.
En Caldas habitan cinco primates: el mono aullado colorado, el mono nocturno, el tití gris, el mono cariblanco y el mono araña café, este último en peligro crítico de extinción.