La cumbre de las vacunas
Venezuela fue el otro centro del debate. Discusión.
La Cumbre Iberoamericana celebrada ayer de manera semipresencial en el Principado de Andorra se convirtió en la cumbre de las vacunas, cuando Iberoamérica acordó acudir a la comunidad internacional con “una sola voz” para defender un acceso equitativo y universal.
Venezuela fue, como estaba previsto, la otra protagonista de la cita, con la participación de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez.
La República Dominicana recibió además el testigo del Principado de Andorra para organizar la próxima Cumbre en 2022.
En el plenario solo estuvieron presentes los representantes de España, Portugal, Guatemala, Dominicana y la propia Andorra, y el resto de delegaciones se conectaron por videollamada.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, insistió y exhortó a la Organización Mundial del Comercio ( OMC) y a la Organización Mundial de Propiedad Intelectual a liberar las patentes de medicamentos y vacunas contra la covid- 19 para un acceso equitativo de todos los países.
La Cumbre, pese a no aprobar ninguna declaración al respecto de la liberalización de las patentes, sí manifestó su “disponibilidad a tomar como referencia” la Declaración de Doha de 2001 sobre los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio y la salud pública, que afirma que dichos derechos no deben impedir que los países adopten medidas para proteger la salud.
España anunció la donación de entre el 5 y el 10% de las dosis que reciba el país este año, lo que supondrá entorno a 7,5 millones de vacunas al final del 2021, según anunció el presidente, Pedro Sánchez.
A su vez, se ofreció a liderar ante la OMC, la discusión sobre una posible flexibilización de las patentes para “analizar opciones que permitan avanzar en una lucha efectiva contra la covid- 19”.
Su homólogo dominicano, Luis Abinader, denunció “la política de acaparamiento” de los países más ricos en la distribución de los sueros, una actitud que tildó de “lamentable e injusta” y “en contradicción con toda noción de solidaridad humana”.
“Hay que ser más solidarios, de nada nos sirve que algunos países vacunen mucho y muchos países vacunen poco. Necesitamos menos discursos y más acciones concretas para que muchos países no se queden atrás en el proceso de vacunación”, exhortó el líder panameño, Laurentino Cortizo.
El papa Francisco
El papa Francisco envió una misiva a la Cumbre que fue leída por la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan,, en la que el líder religioso demandó a los políticos “valentía de decidir cambiar las cosas” y “reformar la ‘ arquitectura’ internacional de la deuda” y subrayó que “renegociar la carga” de los más necesitados “ayudará a los pueblos a desarrollarse, a tener acceso a las vacunas, a la salud, a la educación y al empleo”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo estar “preocupado” porque haya países de renta baja que “aun no han recibido ni una dosis”, criticó “el peligroso nacionalismo de vacunas” y aseguró que “si continúa”, provocará que el proceso de vacunación en los países en desarrollo se prolongue “durante años” y eso, a su vez, “retrase” el proceso mundial.