Colgados con las centrales
Algunas plantas esperan en agosto visita del Invima para su reapertura. Ciudadanos, diputados y alcaldes lo dudan. Contraloría audita. Larga espera.
En vilo están 11 centrales de sacrificio de Caldas, por el lento avance en las obras de mantenimiento y modernización, iniciadas en el 2019. Se corre el riesgo de convertirse en elefantes blancos. La Gobernación se endeudó en $ 12 mil 500 millones para 15 plantas. Solo operan 4. La inversión ya alcanza los $ 20 mil 109 millones. La Secretaría de Agricultura confía que el resto operen en diciembre.
Anserma, Pácora, Samaná y Marquetalia. Estos son los municipios de Caldas donde operan hoy las centrales de sacrificio, luego de las obras de modernización y mantenimiento que aprobó en el 2018 la Asamblea, inicialmente para 18 plantas de beneficio, con un empréstito por $ 12 mil 500 millones.
A ese monto se sumaron $ 1.950 millones de la Secretaría de Agricultura y $ 1.100 millones de Corpocaldas, para un total de $ 15 mil 550 millones iniciales. Después el proyecto se centró en 15 plantas y las labores se iniciaron en el segundo trimestre del 2019. Pese a ello, aún faltan 11 centrales por operar de estas 15, lo que equivale en promedio al 73% de la inversión y de las obras que se debieron terminar a finales del 2019.
Los peros a este proyecto, que se autorizó en la Administración de Guido Echeverri Piedrahíta, y de Ángelo Quintero Palacio, como secretario de Agricultura, pasan por los retrasos, la mora de los contratistas, el cambio de administraciones municipales y departamental, la pandemia, la falta de garantías y las bajas calificaciones del Invima en algunas intervenciones para que entren a funcionar.
Los cambios
En un informe publicado por LA PATRIA el 29 de mayo del 2018 y en entrevista con LA PATRIA Radio ( https:// cutt. ly/ qmJUJv3), Quintero Palacio prometió que todas las plantas funcionarían en el primer semestre del 2019, resultados que no se vieron. De hecho, en julio del 2018 él renunció para aspirar a la Gobernación de Caldas por el Partido Conservador.
Los problemas fueron más evidentes con la llegada de la nueva secretaria de Agricultura de Caldas, Carolina Gómez Ramírez, quien habló de la advertencia del Invima de que el 90% de las centrales del departamento estaba en riesgo de cerrarse por no cumplir las normas de inocuidad.
A ella le correspondió revisar el estado de los proyectos
y ajustar los estudios y diseños para tenerlos en fase tres ( listos para su ejecución), con el fin de sacar las licitaciones a concurso. Aunque esos estudios y diseños se habían solicitado, ningún municipio los había entregado. Solo en el 2019 se montaron los procesos y se tuvo que actualizar la autorización para el préstamo ante la Asamblea, por cambio de vigencia.
Las inversiones
En abril del 2019 se adjudicó la primera licitación para 10 municipios y en mayo la segunda, con un lapso de seis meses, finales del 2019. Tampoco se logró, según la Secretaría de Agricultura, en parte por la demora de los alcaldes para cerrar sus plantas y permitir que comenzaran las obras.
La necesidad de tener estas centrales listas era acelerar y evitar que se convirtieran en elefantes blancos. Inicialmente se pensó en pagar la deuda con el recaudo del impuesto de degüello, tributo que antes utilizaban los municipios, pero que retomó el Departamento cuando la Asamblea, en el 2017, modificó el Estatuto de Rentas.
El proyecto se asignó en dos licitaciones para las obras y un concurso de méritos para la interventoría. Los contratos se hicieron para las intervenciones de obra física, maquinaria y requisitos documentales con cinco consorcios.
La Secretaría de Agricultura explicó que el cambio de administraciones y la ola invernal también impidieron cumplir. Y entró la pandemia con las cuarentenas, por lo que se solicitó la ampliación de los plazos de los contratos.
Más promesas
Posteriormente, el Invima reiteró unas exigencias de salubridad y ambientales, que obligó a las administraciones municipales a realizar nuevas obras. Por esta razón, hoy después de tres años, desde que se aprobó el empréstito y se prometieron más recursos, 11 plantas de las 15 prometidas siguen en veremos.
Según la Secretaría de Agricultura, al 25 de junio se habían invertido $ 20 mil 109 millones 737 mil 912. De ese total, la Gobernación aportó $ 19 mil 132 millones 627 mil 102 y los municipios, $ 977 millones 110 mil 810. Equivale a $ 3 mil 414 millones más, un aumento del 20,45% frente a lo contratado inicialmente, sin contar adiciones de unas alcaldías.
El secretario de Agricultura, Carlos Alberto Ramírez, puntualizó que el objetivo es recibir la visita del Invima a finales de este mes o principios de agosto. "La idea es que podamos tener completo el trabajo de revisión y preparación, y finalizando el año tener abiertas todas las plantas. Además, finalizando agosto pretendemos que em
piecen a funcionar las de Supía, Aranzazu, Manzanares y Filadelfia".
La expectativa es mayor, teniendo en cuenta que el 5 de noviembre vence el plazo para que las centrales hayan solicitado la visita del Invima. Tanto comunidad y alcaldes mantienen sus dudas. Desde hoy y por tres días LA PATRIA les cuenta en qué anda cada municipio con esas obras. * Con apoyo de los corresponsales:
Diego Salgado, Luis Fernando Rodríguez, Henry Giraldo, Rubén Darío López, Albeiro Rudas, Carlos Mario Ríos, Julián García, Luis Ángel Giraldo, Óscar Yhonny Restrepo.