Seis meses sin pagarle a los alfabetizadores
Cómo ganar indulgencias con el sudor y el hambre de los maestros, podría ser el título de esta denuncia hecha pública por un grupo de educadores vinculados a la campaña de alfabetización.
La historia es reciente y ampliamente conocida. El gobernador en su afán de hacer demagogia a toda costa, dio en la flor de autoproclamarse con bombos y platillos, como el redentor de los analfabetos de Caldas. Y abrió centros nocturnos de alfabetización en varios municipios de Caldas, inclusive en Manizales. Aunque la campaña no era nueva en el departamento, como tuvo oportunidad de decirlo uno de los funcionarios departamentales cuando ella se inició a principios del año, varios de sus subalternos pidieron al ministro de educación que se condecorara al gobernador por “este gigantesco esfuerzo” para arrancar a los caldenses del analfabetismo.
Pero transcurridos más de seis meses de haberse iniciado la campaña, el desencanto de quienes están trabajando en ella no puede ser más desesperante: a la mayoría no les han pagado un solo centavo y a fuerza de reclamos insistentes los autorizaron para elaborar las nóminas, que se encuentran listas desde el pasado mes de junio.