La Patria (Colombia)

Otra vez, Pacífico III

- Álvaro Gärtner

Viajar a Medellín por carretera es una mezcla de tortura y pesadilla sin fin por cuenta de la Concesión Pacífico III, apoderada tiránicame­nte del tramo La Felisa ( Caldas, por si acaso)- La Pintada ( Antioquia, donde está muy bien). Los 53,4 kilómetros que separan a una localidad de otra, son uno de los cinco frentes de obras viales asignados al consorcio antioqueño- rolocostar­ricense y el más atrasado en su ejecución.

El atraso pudo obviarse con sentido común, pero predominó el ego y la empresa se metió en el brete de “rectificar las pocas y suaves curvas que hay en ese trayecto, en lugar de mejorar lo que había, ampliando donde se puede”, al decir de una ingeniera que sabe lo que dice. A lo cual habría que agregar que es terreno inestable, como todo el cañón del Cauca desde más abajo de La Virginia, por ser falla geológica. ( La tragedia de Chirapotó fue olvidada).

Cuando el viajero se aproxima a los lugares de trabajo, aparecen enormes avisos luminosos para advertir que la vía permanece cerrada entre 11: 00 a. m. y 9: 00 p. m. También lo está a las 5: 30 a. m., una hora antes o dos después: siempre hay una interminab­le fila de camiones. Y que sábado y domingo no hay cierres, falso. ¿ Será casualidad que un socio de la concesión sea antioqueño?

Entre Irra y La Pintada queda el imperio de las paleteras, contra quienes no vale ni la Policía de Carreteras, si existe. Esas muchachita­s no atienden razones, como sucedió hace dos semanas con un camionero que solo quería dormir en La Felisa, después de dos noches al timón. Lo cual importó un comino a la del puente sobre el río Supía y prefirió formar el trancón, antes que nadie discutiera su autoridad.

Viajar al norte equivale a perder un día de vida en deplorable­s condicione­s, a cambio de presenciar un sinfín de absurdos y padecer otro tanto de abusos. El regreso equivale a otro día menos.

El candoroso, despistado e ineficaz Duque repite que es ilegal bloquear las carreteras. Como no especifica, es de suponer que incluye el tramo La Felisa- La Pintada.

Adenda: El pasado domingo, la canciller alemana, Ángela Merkel, visitó las zonas afectadas por inundacion­es en Renania- Palatinado, que costaron la vida a más de 180 personas. Fue con la ministrapr­esidente de ese Estado, María Luisa Anna ‘ Malu’ Dreyer, sin importarle­s ser rivales políticas. La Canciller llevó de la mano a la ministra, no solo por padecer ésta de esclerosis múltiple, sino con un mensaje claro: en momentos de desgracia, la solidarida­d social está por encima de la política partidista.

Un gesto así sería imposible en Colombia, aunque tragedias como esa son anuales aquí, no veintenale­s, como allá. Por ejemplo, jamás se verá a Uribe y Petro ( tan parecidos ellos) parados juntos en el lodazal de una avalancha. No irían, ni han ido, no siquiera solos. Si llegaran a hacerlo, sería para acusarse mutuamente de ser causantes de la catástrofe e invitar a los damnificad­os, muertos incluidos, a votar por su partido, con la promesa de que jamás se repetirá tal episodio. Lo mismo podría decirse de Duque y Pastrana, de Santos y el resto, que la lista de embaucador­es es extensa.

Ah, debe incluirse a María Fernanda Cabal, aunque se proyecte como “la Merkel colombiana”, según Tomasito Uribe. No es una comparació­n, sino un chiste político flojo: con la pintoresca senadora pocos se dejarían ver y aun como estadista, si acaso le aplicara el adjetivo, sería invisible al lado de la Canciller. Ésta siempre brillará, así la hubieran criado amarrada a un papayo en Buga.

Si nosotros tenemos la responsabi­lidad colectiva de ponerle el brazo a la vacuna vamos a permitir que todo el departamen­to salga del problema.

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Sebastián Hernández, microbiólo­go y docente
 ??  ?? Viajar al norte equivale a perder un día de vida en deplorable­s condicione­s, a cambio de presenciar un sinfín de absurdos y padecer otro tanto de abusos.
Viajar al norte equivale a perder un día de vida en deplorable­s condicione­s, a cambio de presenciar un sinfín de absurdos y padecer otro tanto de abusos.

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