La novedad en lo común
Memo Gómez combinó por varios años su trabajo de oficina con el buceo hasta que hace 9 años encontró en la fotografía un canal para contar historias que aporten a la educación ambiental y a la conservación.
Confiesa que tiene una pasión, que la cataloga como extraña para un fotógrafo de naturaleza: retratar aves comunes. “Una especie la he fotografiado 200 veces, pero seguramente no de todas las formas posibles. Me gusta fotografiarlas haciendo algo o contando algo que no he visto antes”. Para eso, aconseja alimentarse de otras miradas, pensar qué historia se quiere contar, aprovechar la tecnología y tener claros aspectos técnicos para tenerlos a disposición a la hora de crear una imagen que asombre, que cree una emoción en el espectador.
Las redes sociales han ayudado a Gómez en su proyecto de conservación a través de la imagen. Las cataloga como un canal sencillo y fácil de manejar que contribuyen a la sensibilización de por qué es importante cuidar la naturaleza. Además sirven como una plataforma para dar a conocer los sitios que visita, las personas y las instituciones que trabajan para proteger la biodiversidad de Colombia. Se declara hincha de los guías locales. “Son los que nos ayudan a hacer las fotos, la mitad de las imágenes son de ellos. Además son una muestra de que se puede tener una mejor calidad de vida trabajando con la conservación y el cuidado de los bosques”.
Destaca la labor en Caldas de Carlos Mario Aranzazu, quien lo ayudó con fotos de su más reciente libro multimedia Naturaleza y Asombro. También agradece al guía de Anaime (Tolima) Diego Espitia, quien fue crucial para lograr la foto Luchando por sobrevivir, en la que retrató una lora orejiamarilla saliendo de su nido en una palma de cera del Quindío, ambas especies en extinción; y con la que ganó el año pasado el XV Concurso de Fotografía Ambiental de Corpocaldas en la categoría Fauna.