Lo que deja
La Secretaría de TIC y Competitividad trasciende el escándalo de Liberland. Juan Felipe Jaramillo cree que fue un logro entender que una ciudad es heterogénea. Dice que su idea en el Plan de Desarrollo la cristalizó en la Secretaría que deja ahora, tener programas con intervenciones diferenciadas para grupos distintos.
"Tenemos programas para pequeños empresarios y para micronegocios, y los diferenciamos por sector, por nivel de maduración; tenemos programas para emprendedores que necesitaban capital semilla, para los que necesitaban acelerar o sofisticar. Trabajamos en clusters; en eficiencia dentro de las empresas". Gestionó una política pública diferenciada y considera eso un éxito.
Otro punto clave de esta Secretaría era la reactivación económica, después de la pandemia. Al preguntarle al secretario saliente, por qué cojeó tanto este plan, contó que desde que hizo el Plan de Desarrollo -2020, de pandemia-, le dijo al alcalde que se gestionaran vigencias futuras.
Buscaba con esto que hubiera plata para las obras con oportunidad. Pero esas vigencias futuras se aprobaron en el 2021, un año después. Advierte que esa frase de “comuníquese y cúmplase” es apenas el inicio de un proceso jurídico complejo, por eso recomendó que paralelo a los procesos se tuviera un equipo que estructurara lo legal y vencer esos plazos. Al final eso no se dio, fue un plan bien intencionado, que falló en la ejecución. "La vida pública me ha dicho: es mejor demorarse un poquito en la planeación, pero que al momento que salga, ya sabe qué va a comprar, a quién, en cuánto".
Destaca que lo más avanzado de ese plan fueron los beneficios tributarios y lo hecho con el ecosistema empresarial, que no comprometía tantos recursos, y que en su mayoría son créditos con Bancóldex. "Logramos poner cerca de $80 mil millones a los empresarios".