Ingeniería avanzada: IA en acción
LO NUEVO TIENE QUE SER “BAUTIZADO”, PERO CON PALABRAS Y EXPLICACIONES SENCILLAS
también las discusiones sobre los llamados
BTL y ATL (del inglés below the line y above the line) no hace sino retardar el período de comprensión primero y análisis luego, favoreciendo con ello a la competencia por la inactividad generada, demostrando la inutilidad de los procesos de planeación que muchos adelantan hoy, alentados por modelos académicos con tantos nombres raros y complejos. Por eso se ha hablado de la inutilidad del mercadeo en tantos casos y se ha llegado a vivir lo que en algunas partes se está apreciando como es la supresión de áreas del marketing parea entregar el desarrollo del mismo a áreas que desarrollan actividades propicias de él.
Lo que está sucediendo con esa forma de comunicar, hace que se recuerde lo que en 1998 The Wall Street Journal creó y llamó “bingo de palabras de moda” (buzzword bingo, que luego se denominó bullshit bingo), y a lo que en los años 50 Robert Gunning bautizó como “El índice de Niebla”, para determinar la facilidad o complejidad de lectura y comprensión de las cosas en función del número de palabras y su dificultad, el número de ideas completas y la longitud media de frases y palabras.
Cada vez más se aprecia más cómo gente de mercadeo se está acostumbrando a descrestar con el uso de palabras y términos raros, que suenen fuerte, modelos complejos y gráficos poco entendibles. Y es triste ver que el fenómeno se extiende a muchos otros campos.
Lo nuevo tiene que ser “bautizado”, pero con palabras y explicaciones sencillas, entendibles y lógicas, si se quiere. Lo que se requiere es entender los conceptos y evitar las complicaciones.
Definitivamente, parece ser cierto aquello que un gurú dijo cuando alguien le preguntó por una de esas palabras raras: “ah, ese debe ser un término que se inventó alguien para dictar conferencias explicándolo”.
Como diría Rigo: “qué galimatías tan berraco”.
La inteligencia artificial (IA) ha sido un campo de investigación fascinante desde sus inicios en la década de 1950. Sin embargo, en los últimos 18 meses es que hemos evidenciado un cambio enorme en la percepción y aplicación de la misma. La tecnología ha dejado de ser un tema reservado para expertos y se ha convertido en una herramienta cotidiana que impulsa la creatividad, la innovación y la eficiencia en todas las esferas de la vida moderna.
Es así como las aplicaciones de IA están transformando la industria de la infraestructura y abren un mundo de posibilidades emocionantes para ingenieros, diseñadores, planificadores y toda la cadena de valor.
Las técnicas de ciencia de datos, por ejemplo, implican el uso de algoritmos y herramientas para analizar grandes volúmenes de datos y extraer información significativa. En ingeniería, se emplean para procesar datos de diferentes fuentes, como sensores, registros históricos y sistemas de monitoreo, para identificar patrones, tendencias y relaciones que puedan ser útiles en la toma de decisiones o la generación de alternativas.
El modelado predictivo, por su parte, utiliza datos históricos para predecir eventos futuros o resultados. En ingeniería, esto puede aplicarse para prever el comportamiento de estructuras, sistemas o procesos bajo diferentes condiciones. Se pueden utilizar modelos predictivos para estimar la vida útil de un puente o predecir la resistencia de un material bajo ciertas cargas.
Las técnicas de observación terrestre, por su parte, se usan para recopilar datos sobre la tierra, utilizando satélites y otras tecnologías. Así, se obtiene información sobre el entorno físico, como el clima, la topografía, la vegetación y los cambios en el paisaje. Esta información es crucial para la planificación y optimización de proyectos de ingeniería, como la construcción de infraestructuras o la gestión de recursos naturales.
La representación del conocimiento se refiere a cómo se estructura y organiza el conocimiento en un sistema informático para que pueda ser procesado y utilizado por algoritmos de IA. En ingeniería, la representación del conocimiento es fundamental para capturar el expertise, así como para modelar reglas y relaciones que guíen la generación de opciones y la toma de decisiones.
Finalmente, el descubrimiento del conocimiento es una técnica que se enfoca en identificar patrones, tendencias y relaciones ocultas en conjuntos de datos complejos. Se utiliza para extraer información valiosa a partir de datos históricos y en tiempo real, lo que puede conducir a la identificación de oportunidades de optimización, mejora de procesos y generación de nuevas ideas o soluciones.
Por todo lo anterior, la IA es un aliado indispensable para consultores, contratistas, clientes y diseñadores en la industria de la infraestructura. Desde optimizar el diseño y la planificación de proyectos hasta mejorar la eficiencia en la construcción y el mantenimiento de infraestructuras, las posibilidades son infinitas. No obstante, una implementación exitosa implica colaboraciones con entidades gubernamentales para establecer marcos regulatorios y estándares éticos en el uso de la IA en la infraestructura.
El despliegue de la IA en empresas del sector representa una transformación significativa que va más allá de la mera adopción tecnológica. Implica una gestión estratégica y cuidadosa de la información corporativa, desde la recopilación hasta el análisis y la toma de decisiones. Esto incluye la identificación y definición de roles específicos dentro de la organización para gestionar y aprovechar al máximo las capacidades de la IA.
Además, se requiere una alimentación constante de los sistemas de IA con datos relevantes y de calidad, lo que implica un enfoque proactivo en la recopilación y curación de datos. Esto garantiza que los algoritmos y modelos de IA estén bien informados y puedan generar resultados precisos y significativos para la empresa.
Por otro lado, la educación, capacitación y comunicación efectiva son fundamentales para asegurar que el personal esté preparado y capacitado para trabajar de manera efectiva con la IA. Esto implica programas de formación continua para desarrollar habilidades en el uso de herramientas disponibles, comprensión de sus implicaciones éticas y legales, y la capacidad de interpretar y aplicar los resultados obtenidos.
El uso exitoso de IA en empresas de infraestructura requiere una combinación de gestión de información, roles claros, datos relevantes, y una cultura organizacional que fomente la educación, capacitación y comunicación efectiva en torno a esta tecnología.
Los asuntos del trabajo son más visibles que nunca. Cada denuncia de maltrato o de violación de derechos se ha vuelto “viral” y ha sido usada para hacer pedagogía alrededor de ellos, pero también han sido útiles para lograr acuerdos que mejoran las condiciones laborales o motivar investigaciones y sanciones. Muchas personas han aprendido que tienen derechos en el trabajo y ahora conocen los mecanismos para defenderlos y hacerlos efectivos.
Sin duda hay una opinión mayoritaria sobre la existencia de un ambiente de “cosas inconstitucional” alrededor de los derechos humanos al trabajo y en el trabajo, que se caracteriza por una cultura sistémica de incumplimiento de las antiguas normas vigentes, mientras Congreso y gremios han impedido, hasta el momento, desarrollar la constitución de 1991 en su componente laboral que es moderno, democrático, con enfoque de derechos e incorpora toda la doctrina internacional sobre la materia.
Y en todos los debates, foros y encerronas- a las que me han invitado a participar en los dos últimos años, encuentro un consenso entre todos los actores del mundo del trabajo sobre la necesidad de una reforma laboral. También hay otro gran consenso y es que la iniciativa de reforma que hemos propuesto desde el gobierno ha transformado las agendas de esos congresos, foros, conferencias y hasta de las facultades de derecho. Y hoy es la reforma con opinión más favorable según varias encuestas.
Los sindicatos comenzaron a incluir en sus pliegos de peticiones en todo o en parte, los contenidos del proyecto de reforma laboral en su parte individual. Han pedido reducción de la jornada de trabajo, estabilidad laboral, contratos indefinidos, límites a la tercerización, capítulos de género, procedimientos disciplinarios garantistas y espacios de democracia en la empresa. Muchos lo han logrado en la etapa de arreglo directo. Otros están a la espera que la jurisprudencia en materia arbitral amplíe y le dé más facultades a los árbitros, como en efecto ha ido pasando.
También los sindicatos se han atrevido, teniendo en cuenta la visión que el gobierno tiene de los derechos colectivos, a pedir más garantías sindicales, a proponer la eliminación de pactos colectivos o a pensar en otros escenarios de negociación más allá de la empresa como es el caso de Sintraelecol que decidió unificar la vigencia de 34 convenios colectivos para promover pronto una negociación sectorial, como alguna vez ocurrió. Sintracarcol acaba de proponer un pliego de peticiones a la empresa beneficiaria del trabajo de tercerizados por Kimberly
Clark y los sindicatos del transporte le presentaron un pliego de peticiones a Transmilenio y no a los operadores del sistema de transporte masivo.
Sintraelecol votó mayoritariamente la huelga tanto en la Electrificadora de Santander, ESSA, como en la Transportadora de Gas Internacional, TGI, a pesar de que siempre les han dicho que por tratarse de servicios públicos esenciales la huelga está prohibida. Los trabajadores y trabajadoras sindicalizadas deben avanzar e innovar con o sin reforma laboral. Creo que los debates y las apuestas que hemos alentado desde el gobierno les ha animado a romper viejas inercias.
Después de participar en decenas de foros, congresos y conversatorios en universidades, con gremios, medios o empresarios creo que ha crecido su receptividad y he escuchado interesantes propuestas para abordar de manera más moderna y dentro del marco constitucional, las relaciones con sus trabajadores. Teleperformance, por ejemplo, el empleador privado más grande del país, anticipó recientemente la reducción de jornada de trabajo a 42 horas y adelanta por primera vez una negociación colectiva con un sindicato de más de 1.000 afiliados después de un acuerdo global acompañado por este Ministerio. Otras empresas han adaptado su jornada a 4 días por semana con un impacto positivo en la productividad y otras han intentado restablecer o reiniciar unas mejores relaciones con sus organizaciones sindicales.
Aunque parece prematuro señalar que atrás ha quedado el modelo confrontacional entre empleadores y sindicatos, se han dado varias discusiones que abonan el crecimiento de mayor democracia en las relaciones laborales y con ello, mayor productividad. Como lo señaló recientemente un estudio publicado en esta casa, una de las causas de la baja productividad son los “malos liderazgos empresariales”, sobre todo aquellos más jerárquicos, verticales y sordos con las personas a cargo. Sin duda eso debería abrir otro campo de discusión pública y política que deben abordar las compañías en un mundo cada día mas globalizado y con mayor exigencia de cumplimiento de estándares de trabajo decente.
Aunque la reforma laboral todavía no es ley, lleva más de un año ganando terreno. Y claro, eso implica que trabajadores, sindicatos y empresarios, abran sus mentes, renueven sus agendas y contenidos, se modernicen y se avengan a lograr acuerdos en el marco de diálogo social eficaz. Porque, por ejemplo, mientras muchos opinadores (que en su vida han hablado con un sindicalista o participado de algún sindicato), empresarios y sus abogados les piden a los sindicatos modernizarse, ellos siguen defendiendo una figura octogenaria: los pactos colectivos. Irónico.