¿Quién es quién en el juicio que acabó de empezar contra Trump?
SE ESPERA QUE EL FISCAL DE DISTRITO DE MANHATTAN, ALVIN BRAGG, QUE PRESENTÓ EL CASO HACE UN AÑO, LLAME AL ESTRADO DE LOS TESTIGOS A CASI TODOS LOS INVOLUCRADOS EN EL CASO
El primer juicio penal del expresidente Donald Trump traerá a un tribunal de Manhattan a un colorido elenco de personajes, desde una estrella de cine para adultos hasta un portero y un exdirector ejecutivo de una editorial sensacionalista.
Trump, que utilizó la fama para impulsarse a la presidencia, será la estrella del juicio. Se le acusa de conspirar para mejorar sus perspectivas electorales de 2016 pagando “dinero para que sigan manteniendo su silencio” a mujeres que afirmaban haber tenido aventuras con él, y luego falsificar registros comerciales para cubrir sus huellas.
Se espera que el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, que presentó el caso hace un año, llame al estrado de los testigos a casi todos los involucrados en los presuntos acuerdos para obtener dinero en secreto. Los argumentos iniciales comenzarán el lunes y se espera que duren hasta dos semanas.
Trump está acusado de orquestar un plan con el editor del tabloide National Enquirer , David Pecker, para pagar a cualquiera que se ofreciera a vender historias sobre el candidato mientras hacía campaña para la Casa Blanca. El plan condujo a pagos a la estrella de cine para adultos, Stormy Daniels y a la ex modelo de Playboy, Karen McDougal, quienes afirmaron haber tenido relaciones sexuales con el multimillonario mientras estaba casado. Un portero del edificio de Trump también recibió dinero en efectivo para guardar silencio. Bragg dice que el objetivo era mejorar las perspectivas electorales de Trump manteniendo a los estadounidenses en la ignorancia sobre su conducta con las mujeres.
LAS ACUSACIONES
El “dinero del silencio” en sí no era ilegal. En cambio, lo central de la acusación es cómo Trump contabilizó el pago a Daniels en los registros de su empresa. Supuestamente le devolvió US$130.000 a su abogado, quien le hizo el pago a Daniels, dividiéndolo en 12 cuotas mensuales que fueron falsamente descritas como “servicios legales”. Bragg dice que los 34 cargos son delitos graves en lugar de delitos menores porque Trump falsificó registros para ocultar otros delitos, específicamente violaciones de la ley electoral.
TESTIGOS
Primero está, Michael Cohen, exabogado de la Organización Trump, es el testigo estrella de Bragg. Probablemente testificará sobre las acusaciones que están en el centro del caso, incluido el hecho de que Trump le ordenó que hiciera personalmente el pago de su silencio a Daniels y prometió devolverle el dinero. Cohen puede describir cómo Trump le pagó en cuotas mensuales etiquetadas como “servicios legales” en los libros de la empresa: los registros falsos en el centro del caso. Entre los eventos clave sobre los que puede arrojar luz se encuentra una reunión en la Trump Tower en 2015 donde se tramó el plan para mantener el silencio.
Hope Hicks, exdirectora de Comunicaciones de la Casa Blanca, estuvo presente durante discusiones clave de campaña sobre la amenaza que representa la historia de Daniels. Esta no será la primera vez que habla sobre el episodio, ya que anteriormente fue interrogada al respecto como testigo durante la investigación de la Cámara sobre el primer juicio político a Trump. Los documentos de un caso federal relacionado contra Cohen citan evidencia de que Hicks y otra asistente de Trump, Kellyanne Conway, trabajaron febrilmente para evitar que la historia de Daniels saliera a la luz.
David Pecker, exdirector de American Media, fue un protagonista al facilitar los pagos para mantener el silencio, accediendo a alertar a Trump y Cohen sobre historias negativas y, cuando fue necesario, comprando los derechos de esas historias y luego no publicándolas. Con Cohen, estuvo cuando se ideó el plan de “atrapar y matar”. Pecker también puede describir el pago de dinero de AMI a un portero que tenía una historia falsa sobre Trump.
Alex
Halvin
Analista de política y energía U. Colorado
“Hasta hace un año, Trump no se imaginaba la maquinaria que se estaba gestando en Nueva York, ahora hay una serie de riesgos, pero él sigue confiando en su defensa”.