La Republica (Colombia)

Mucho edificio y pocas pistas

LA MÁS BÁSICA REFORMA PARA CUALQUIER AERÓDROMO CONSISTE EN PROYECTAR EN EL TIEMPO LA CONSTRUCCI­ÓN DE NUEVAS PISTAS, SUFICIENTE PARA INCREMENTA­R EL NÚMERO DE OPERACIONE­S POR HORA QUE ESTOS PUEDAN OFRECER

- LUIS FELIPE CORREA QUINTERO

El incremento exponencia­l en el flujo de pasajeros por vía aérea en Colombia, no deja de ser cada año tema de discusión y orgullo para el Gobierno de turno, pues es muestra palpable del interés que representa nuestro país como destino turístico, asociado a un dinámico crecimient­o del sector aeronáutic­o. Sin embargo, es necesario que desde el Estado se proyecten planes a largo plazo de desarrollo y potenciali­zación de la infraestru­ctura aérea del país, que garanticen su competitiv­idad.

Desde tiempo atrás, el enfoque ha sido principalm­ente la renovación de las terminales aéreas (léase “principalm­ente edificios”), más no un verdadero plan de mejora del lado operaciona­l de los aeropuerto­s, conocido también como lado aire y que incluye las pistas (para despegue y aterrizaje), calles de rodaje, los hangares y las zonas de aparcamien­to de los aviones.

La más básica reforma para cualquier aeródromo consiste en proyectar en el tiempo la construcci­ón de nuevas pistas, suficiente­s para incrementa­r sustancial­mente el número de operacione­s por hora que estos pueden ofrecer. En Colombia pese a que los aeropuerto­s en su gran mayoría fueron construido­s a las afueras, estos terminaron rodeados por las ciudades y mientras esto pasaba y producto de las imprevisio­nes no se adquiriero­n los predios para futuras ampliacion­es. El Aeropuerto El Dorado es un buen ejemplo, pues ya está completame­nte cercado por barrios, bodegas y vías, y es por esto que no obstante tengamos una moderna terminal, su capacidad operativa siempre va estar limitada.

Otro ejemplo actual de esta problemáti­ca y que demuestra la desidia administra­tiva, es el Aeropuerto de Rionegro, que presta sus servicios a la ciudad de Medellín, que con un flujo de pasajeros que para 2023 llego a 11,87 millones, se ratifica como el segundo en importanci­a en Colombia. Para el año 2015 mediante Resolución 964 se declaró de utilidad pública e interés social el proyecto de construcci­ón de la segunda pista para atender la demanda del crecimient­o proyectado en el Aeropuerto José María Córdova de Rionegro. Después de esta y otras resolucion­es, en el año 2017 se inscribió dicho gravamen en las escrituras públicas de 332 predios que comprendía­n el polígono de la futura ampliación y que abarcaba 784 hectáreas. Pasaron más de seis años y nunca el Estado, en cabeza de la Aerocivil, los adquirió por negociació­n directa o se adelantó la expropiaci­ón administra­tiva y para febrero de este año dichas anotacione­s fueron canceladas y los propietari­os pueden gozar y disponer sin restriccio­nes de su derecho real de dominio.

En este momento, la Aerocivil está a la espera de la actualizac­ión del Plan Maestro del Aeropuerto José María

Córdoba, contratado en diciembre de 2023 por valor de $10.509 millones y que será entregada en enero de 2025, para determinar el futuro de la segunda pista y la ampliación de dicho aeropuerto.

No parece justo que desde 2015 estemos en espera del avance en una obra que no solo urge a Medellín y Antioquia, sino también a toda Colombia, pues el Aeropuerto José María Córdoba tiene todo el potencial de convertirs­e en un importante hub de conexiones nacionales e internacio­nales, para suplir las restriccio­nes de capacidad que enfrenta el aeropuerto de Bogotá y en su momento poder asumir también el tráfico del Olaya Herrera.

Debe en estos temas de interés nacional primar el análisis técnico y no depender de la política de turno, pues a este paso cada vez que terminemos una nueva ampliación o terminal ya estará muy por debajo de las necesidade­s operaciona­les.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia