Antes del apretón revise muy bien su nueva casa
Las conexiones eléctricas, fugas de agua, acabados en construcción, ventanales y chapas son algunos de los detalles cuyo funcionamiento debe ser perfecto, a la hora de cerrar el negocio. Al estrenar vivienda –sea nueva o usada– no basta con que usted perciba en las fachadas detalles de elegancia en construcción. Recuerde que hay otros aspectos que debe verificar antes de estrechar la mano y cerrar definitivamente el negocio con el vendedor, porque puede llevarse sorpresas que tal vez tenga que pagar de su bolsillo. Al entrar a su casa o inmueble, lo primero que debe revisar es el funcionamiento de las conexiones eléctricas; si percibe que una no enciende o que hay bajonazos, esto le puede ocasionar –en el peor de los casos– un incendio. En su recorrido, también debe cerciorarse de que en la parte baja de los lavamanos y lavaplatos no haya fugas de agua, que las llaves estén bien puestas y que las perillas cierren completamente. De no ser así, el consumo de líquido aumentará, al igual que su factura y, además, no estaría haciéndole un bien al medio ambiente. Corina Román, de la Inmobiliaria Finar, agrega que otro detalle debe ser la seguridad del inmueble; las puertas de ingreso y de las habitaciones deben cerrar con normalidad y sin ser forzadas, las chapas deben estar bien puestas y las llaves deben ser compatibles. “Si la vivienda trae armarios, las gavetas internas deben abrir y cerrar, y sus manijas deben estar sujetadas para evitar que se caigan. Si trae cocina empotrada, todas las hornillas de la estufa deben funcionar. Así mismo, en cuanto a ventanales, deben abrir y cerrar sin forzarlos”. Todo, en cuanto a pinturas, acabados, grietas y goteras deben estar resanadas y sin posteriores afectaciones, pues su fachada debe estar intacta para su completo disfrute. De presentarse algunas o todas estas anomalías – y si la casa es nueva– debe comunicarse por escrito a la constructora. Recuerde que usted está en todo el derecho de pedir solución inmediata y el cumplimiento de la entrega del inmueble sin daños. “Cuando es usado, normalmente el cliente recibe el inmueble en las condiciones que se encuentra, y es él quien procede a los arreglos correspondientes”. El papel de las inmobiliarias –cuando los inmuebles son entregados por las constructoras– es acompañar al cliente hasta lograr su satisfacción con la compra. “Nos hacemos parte de la exigencia de los arreglos o detalles correspondientes”, agrega Corina Román. Según datos del grupo de inmobiliarias de Cúcuta, el 50% de los proyectos de vivienda nueva utiliza el acompañamiento y los servicios de estas agencias para negociar los inmuebles, mientras que el 80% de las casas usadas acuden a ellas por las garantías que les ofrecen a los propietarios.