Aunque usted tiene dudas frente a los tratados de libre comercio, lamenta la falta de avance con Japón. ¿Por qué?
Porque lo que nos ofrecía Tokio era construir una alianza que iba mucho más allá del plano comercial. En la cultura japonesa hay promesas que se hacen en serio y son fundamentadas, orientadas al desarrollo de largo plazo y con el propósito de que todas las partes resulten ganadoras. No tengo duda de que había la determinación de apoyar a Colombia y hacer inversiones cuantiosas aquí. Pero después de tantos intentos sin resultado, dudo que esa voluntad tan firme se mantenga.