LLUVIA DE
divisas pendientes.
Uno de los indicadores que menos ha sentido la desaceleración de la economía colombiana es la inversión extranjera. Con todo y sus altibajos, la realidad es que los recursos siguen fluyendo hacia distintas actividades productivas. Precisamente, el año pasado, en medio de un entorno complicado, al país entraron 14.518 millones de dólares en inversión extranjera directa (IED), 5 por ciento más que en el 2016. De dicho monto, el 76 por ciento se destinó a actividades diferentes a petróleo, es decir poco más de 11.000 millones de dólares. Este 2018, el panorama luce un poco diferente, toda vez que la temporada electoral ha generado incertidumbre y por eso muchas empresas han preferido dejar en stand by sus proyectos hasta tanto no se resuelva el ajedrez político. Datos preliminares de la balanza cambiaria del Banco de la República señalan que, hasta el 30 de abril, habían entrado
al país 2.729,9 millones de dólares en IED, de los cuales 2.032,1 millones de dólares tuvieron como destino la industria petrolera y minera, y los 697,9 millones restantes fueron para otros sectores.
Por lo pronto, la expectativa del Gobierno es que la IED durante el 2018 sume 14.700 millones de dólares.
Las movidas
Si bien los hidrocarburos siguen teniendo un peso importante en la llegada de recursos y más ahora en momentos en que las empresas del sector han retomado los planes de inversión luego del repunte de los precios del crudo, otro tipo de renglones también resultan ser atractivos para los inversionistas foráneos.
De hecho, los anuncios sobre entrada de empresas extranjeras al país y las compras de operaciones en Colombia por parte de jugadores extranjeros, siguen estando a la orden del día.
Una de las ramas más activas en este frente es la financiera, pues siguen llegando nuevos actores a distintos negocios.
Como se recuerda, la firma CMIG International, de origen chino y basada en Singapur, anunció la compra de la operación del fondo de pensiones Old Mutual en Colombia, México y Uruguay.
Enla banca, y después de varios meses de suspenso, el Citi concretó la venta de su unidad de banca de consumo en Colombia y el comprador es otro foráneo: Scotiabank, socio estratégico del banco Colpatria.
Sin embargo, dentro de la industria, el renglón más destacado es el de seguros, en la medida que varias compañías con operación local han pasado a manos de grandes jugadores forá-
neos. Algunos negocios son la compra de la australiana QBE en la región por parte de Zurich; Generali, que pasó a manos de Talanx, y Fairfax Financial , que entró al país con la adquisición de AIG Seguros.
También han sido noticia las alianzas de locales con firmas de afuera, como Seguros Bolívar y la británica Bupa, Colmena y la española Santalucía, así como la corredora Riskmedia Group y Proyectos Logísticos Seguros.
Esto, sin contar con quienes han ampliado operaciones o prefieren iniciar de ceros, como la inglesa UIB International, que trajo nuevas líneas al mercado colombiano, al igual que BMI Seguros.
En otros sectores, si bien se han dado negocios entre empresas de distintos sectores, por ahora la expectativa está en lo que ocurra con la venta de acciones de grandes compañías, como Gas Natural y la participación de la Nación en Coltel.
Al mercado
Vale la pena destacar que otro destino clave para la inversión de otros países ha sido el mercado de capitales. De hecho, la inversión de portafolio sigue en aumento, y los fondos del exterior tienen una participación destacada tanto en deuda pública como en acciones colombianas.
Los datos de la balanza cambiaria del Banco de la República muestran que, en los primeros cuatro meses del 2018, las entradas netas de recursos de inversión de portafolio sumaron 2.355 millones de dólares, mucho más de lo que entró para el sector mineroenergético.
A pesar de que la volatilidad de los mercados internacionales y las características propias del país hacen que estos recursos sean muy susceptibles, lo cierto es que situaciones recientes como los asuntos geopolíticos y la incertidumbre por las elecciones no han ocasionado salidas masivas de capitales.
Es más, la plata siguió entrando y los fondos del exterior se coronaron líderes en el mercado colombiano. Por ejemplo, en la deuda pública, son los principales tenedores de TES, pues en su poder tienen más de 72 billones de pesos, es decir el 26,4 por ciento del total. Mientras tanto, en la renta variable responden por el 28 por ciento de las operaciones de compra y venta de acciones (32 por ciento si se incluyen los programas de ADR, es decir las acciones colombianas que se negocian en Nueva York).
Aunque los expertos han advertido que en los próximos meses la inversión de portafolio podría moderar su ingreso, esto no quiere decir que haya riesgo de salidas de capitales. Al contrario: en la medida que la economía se recupere, haya más certidumbre política y Colombia permanezca en grandes índices internacionales, es de esperar que el dinero siga llegando.
A pesar de que la volatilidad de los mercados internacionales y las características propias del país hacen que los recursos de IED sean muy susceptibles, los asuntos geopolíticos y la incertidumbre por las elecciones no han ocasionado salidas masivas de capitales.