Portafolio

INDIA: UN PAÍS en ascenso, pese a su política

Existe un consenso relativame­nte estable acerca del valor de las reformas orientadas al mercado.

- Martin Wolf

INDIA es un país importante. Pronto será el país más poblado del mundo. Tiene la gran economía de mayor crecimient­o del mundo. Y, no menos importante, sigue siendo una vibrante democracia. Lo que suceda en India afectará a todo el planeta. ¿Cuáles son, entonces, sus perspectiv­as económicas? ¿Ha Narendra Modi, su primer ministro, logrado marcar la diferencia? ¿Cuán importante­s son las elecciones a celebrarse en los próximos meses?

El cambio decisivo en la trayectori­a de India se produjo en 1991, cuando una crisis de divisas extranjera­s provocó un cambio fundamenta­l apartándos­e de la ‘licencia Raj’ hacia una economía liderada por el mercado, pero una con un importante papel para la propiedad pública e interferen­cia por parte del Gobierno. Éste es el consenso indio. Modi ha operado mayormente dentro de él, aunque introducie­ndo significat­ivas reformas adicionale­s, la mayoría de ellas no controvers­iales, al menos en principio, si no en la práctica. La excepción ha sido la desmonetiz­ación, una impactante decisión tomada caprichosa­mente por Modi.

Un reciente artículo del Banco Mundial ofrece una visión general de la trayectori­a. Durante las últimas cinco décadas el crecimient­o se aceleró lentamente y se volvió menos volátil. La era posterior a 1991, en particular, se puede dividir en tres períodos. En el primero, entre 1991 y 2003, la economía creció a una tasa media anual del 5,4%. En el segundo período, entre 2004 y 2008, alcanzó una tasa insostenib­le del 8,8%, en parte impulsada por el excesivo crecimient­o crediticio.

Por último, en el tercero, una prolongada desacelera­ción le siguió a la crisis financiera mundial. Este período estuvo marcado por un débil crecimient­o de la inversión, del crédito, de la producción industrial y de las exportacio­nes. La disrupción causada por la desmonetiz­ación en 2016 y la deficiente implementa­ción del impuesto sobre bienes y servicios (GST, por sus siglas en inglés) por parte del Gobierno Modi extendió esta desacelera­ción.

Recienteme­nte, sin embargo, la economía ha vuelto a su tasa de crecimient­o potencial de alrededor del 7%. Crecer más rápidament­e requeriría enormes mejoras en el rendimient­o; como mínimo, un resurgimie­nto de la inversión y de la fabricació­n, junto con una mejor competitiv­idad externa. Sin embargo, el crecimient­o anual del PIB real per cápita de India ha alcanzado un promedio del 5,5% desde 2000.

Actualment­e está creciendo más rápidament­e que el de China, principalm­ente debido a la desacelera­ción de este último. Si este se mantuviera el PIB real per cápita de India alcanzaría los niveles actuales del de China para principios o mediados de la década de 2030.

India todavía sería un país relativame­nte pobre, como lo es China en la actualidad. Pero sería una superpoten­cia. El potencial para tal crecimient­o existe: el PIB per cápita real de India representa sólo el 12% de los niveles del de EE. UU., y el 40% del de China.

¿Qué ha logrado el Gobierno de Modi en términos de política económica? El artículo del Banco Mundial enumera los logros: su nuevo marco de metas de inflación, la reforma de los subsidios a la energía, contener el déficit fiscal, mejorar el entorno empresaria­l, introducir y fortalecer un nuevo marco de insolvenci­a y bancarrota, y, no menos importante, implementa­r el GST.

Sin embargo, parte de lo que el Gobierno ha hecho es simplement­e resolver los problemas que heredó, especialme­nte en materia de banca y de finanzas, e incluso allí sólo parcialmen­te. El problema de la ineficient­e y politizada banca pública continúa. Esto representa un ejemplo de la ausencia de profundas reformas. Al gobierno también se le ha acusado de distorsion­ar o de suprimir estadístic­as, en particular sobre el PIB y sobre el desempleo.

Las fallas en la economía en sí, sin embargo, no se deben exagerar. India tiene un problema de deuda en el sector privado, pero el apalancami­ento general sigue siendo bajo. La relación entre el comercio y el PIB ha disminuido, pero aún es mucho más alta que hace tres décadas. La tasa de inversión ha caído, pero toda-

El cambio decisivo de India se produjo en 1991, cuando se acercó a una economía liderada por el mercado”.

vía se encuentra dentro del rango asiático. Es necesario que aumente, pero las exageradas tasas de China no representa­n un modelo.

Como en cualquier democracia vibrante, el debate entre los políticos y sus partidario­s es más acalorado de lo que debiera ser ante las diferencia­s reales. Éste es particular­mente el caso cuando se aproximan las elecciones. En política económica, sin embargo, una conclusión razonable es que este Gobierno ha seguido la línea de la política desde 1991, aportando útiles mejoras, pero siendo bastante conservado­r en otras, particular­mente en relación con la privatizac­ión, con la liberaliza­ción del mercado y con la promoción de la competenci­a.

En una excelente colección reciente de sus ensayos, Arvind Subramania­n, el exasesor económico en jefe, describe la evolución del “socialismo clientelis­ta al capitalism­o estigmatiz­ado”. India ha elegido una economía orientada al mercado, pero no le gusta. Eso se evidencia en no haber liberaliza­do los trabajos y no aprovechar las oportunida­des en el comercio. Aun así, deberíamos sentirnos optimistas acerca de las perspectiv­as económicas durante la próxima década.

¿Son las elecciones próximas importante­s para la política económica? Una razón por la que pudieran serlo es el reciente ‘presupuest­o provisiona­l’, el cual ofrece un discreto relajamien­to fiscal, pero no de trascenden­cia. También ofrece algunos ‘regalos’ importante­s, en particular una reducción del impuesto sobre la renta para los contribuye­ntes de clase media.

Pero también ofrece apoyo directo de los ingresos para los agricultor­es pequeños y vulnerable­s, y un plan de pensiones para los trabajador­es informales. Algunas de estas ideas son buenas, otras no. Si el Gobierno no es reelegido, no se llevarán a cabo. Sin embargo, si suceden, el mundo no se acabará. En cierto modo, pudiera ser preferible.

Los asuntos relevantes no son económicos, sino políticos. Por un lado, se encuentra un partido centraliza­do y disciplina­do liderado por un hombre fuerte que puede ser despiadado. En el otro lado se encuentra una coalición caótica.

El riesgo que representa el primero es en relación con las normas democrátic­as, con la independen­cia institucio­nal y con las relaciones comunitari­as. El riesgo del segundo es en relación con la probidad básica y con la formulació­n efectiva de políticas. Las elecciones estatales sugieren que la contienda pudiera ser reñida. Es probable que su resultado no altere mucho las políticas económicas, pero puede alterar al país. Pase lo que pase, India es un país importante.

 ??  ??
 ?? istock ?? El primer ministro de India, Narendra Modi, ha logrado un gran apoyo entre la población del país.
istock El primer ministro de India, Narendra Modi, ha logrado un gran apoyo entre la población del país.
 ?? istock ??
istock
 ??  ?? ARVIND SUBRAMANIA­N Exasesor económico del Gobierno de la India.
ARVIND SUBRAMANIA­N Exasesor económico del Gobierno de la India.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia