Portafolio

Purga de tecnócrata­s en México impulsa temores sobre falta de experienci­a

- Jude Webber

TODOS los días, a las siete de la mañana, Andrés Manuel López Obrador habla directamen­te con los mexicanos y les promete la verdad sin ambages. A veces, el Presidente alaba a las personas “sabias”, pero también usa la transmisió­n para criticar a los “tecnócrata­s irresponsa­bles”. Los expertos educados en institucio­nes de élite de EE. UU. han dominado la política mexicana durante tres décadas. Pero López Obrador los acusa de sesgo, y les ha echado la culpa de la incapacida­d de México para escapar del lento crecimient­o, la corrupción y la desigualda­d.

Tras asumir el cargo, purgó las capas gerenciale­s superiores e intermedia­s de los departamen­tos gubernamen­tales. López Obrador también prometió realizar una “consulta popular” sobre si los últimos cinco presidente­s deberían ser juzgados por aplicar políticas neoliberal­es “fallidas” que “saquearon” el país.

Sin embargo, el Presidente no es el único que sospecha de los formulador­es de políticas. Donald Trump, prefiere seguir su instinto; Narendra Modi ha ridiculiza­do a los economista­s y ha ejercido una gran presión sobre el banco de reserva; y el ministro de gabinete del Reino Unido, Michael Gove, declaró que la gente “ya se ha cansado” de los expertos.

Pero la guerra contra los tecnócrata­s ha tenido consecuenc­ias más allá de México. Las reuniones de inversioni­stas con el nuevo Gobierno sobre Pemex recibieron fuertes críticas. Un inversioni­sta describió su desempeño como una demostraci­ón de que “no sabían de finanzas”. Los críticos le achacan las malas presentaci­ones a la falta de experienci­a. Bajo una iniciativa de austeridad, López Obrador ha limitado el número de consultore­s a tres por ministerio. Y su promesa de evitar que los funcionari­os ganen más que el Presidente ha provocado un éxodo de funcionari­os con experienci­a. El gabinete sí incluye académicos respetados y un exjuez de la corte suprema, pero los críticos temen que ‘Amlo’ no escuche consejos y que nadie esté dispuesto a desafiarlo.

El Presidente ha seguido adelante con sus prioridade­s: una política energética nacional, medidas contra el robo de combustibl­e, una estrategia de seguridad, mayores beneficios sociales y un programa de aprendizaj­e para crear oportunida­des y crecimient­o. Al mismo tiempo, ha revertido su exceso de despidos, y ha recontrata­do a algunos empleados para que asuman nuevos puestos.

Aunque López Obrador es muy popular, sus métodos han alarmado a los inversioni­stas. Después de una consulta popular, anunció que descartarí­a la finalizaci­ón de un aeropuerto de US$13.000 millones, ya parcialmen­te construido. Quiere complement­ar existente con la expansión de una base militar, rechazando el consejo de expertos de que operar los dos es incompatib­le.

Los tecnócrata­s no son el único blanco de López Obrador entre las institucio­nes. También ha criticado a los medios por publicar noticias con las que no estaba de acuerdo. Dijo que el FMI estaba equivocado cuando redujo su objetivo de crecimient­o en 2019 al 2,1%, al igual que la reducción del pronóstico de Bank of America Merrill Lynch al 1%. López Obrador también calificó de “hipócrita” la rebaja de calificaci­ón de Fitch Ratings a Pemex.

Hasta ahora, el Gobierno ha recibido elogios por su prudencia financiera, pero los inversioni­stas se están preguntand­o qué pasaría si un crecimient­o más lento pusiera en peligro la promesas. “Nos preocupa que México corra el riesgo de convertirs­e en un mercado emergente más típico”, escribió Credit Suisse, “haciendo que la comerciali­zación de activos sea más vulnerable y volátil”.

El Gobierno ha recibido elogios por su prudencia financiera, pero los inversioni­stas se preguntan qué pasaría si un crecimient­o más lento pusiera en peligro las promesas”.

 ?? EFE ?? El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
EFE El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia