Mujeres deberían ocupar más cargos directivos
INCORPORAR mujeres en gerencias se ha convertido en una necesidad de las empresas, no solo por el potencial de destacadas profesionales, sino para lograr una cultura de equidad e inclusión activa.
Además de fortalecer la innovación, “incluir mujeres en posiciones de liderazgo aumenta la rentabilidad en las empresas desde un 15% hasta un 26%, de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Petersen de Economía”, comentó Gustavo Castellanos, gerente de P&G Colombia.
Las empresas deben difundir una cultura de equidad dentro de sus equipos, a partir de la construcción del “deseo, el conocimiento y la capacidad en la gente para tomar decisiones, pensar y actuar con la intención de incluir mujeres en los niveles de liderazgo”, señala Ximena Cárdenas, gerente de Experis.
La tasa de desempleo de mujeres colombianas fue del 12,4%, casi el doble que en los hombres, durante el último trimestre del 2018, según el Dane. Aun así, “en un país como Colombia, con fuertes sesgos de género, se han conseguido avances, como el caso del sector público con la composición del gobierno de paridad. En el privado debemos dar ejemplo para lograr lo mismo”, afirma Castellanos.
La variedad de pensamientos permite renovar, fortalecer y ampliar los grupos de trabajo y las ideas. En este punto, Cárdenas coincide en que “los proyectos de muchas empresas que buscan innovación, necesitan de visiones frescas a las maneras tradicionales. En espacios en donde típicamente no se ven mujeres, ellas podrían brindar perspectivas que pueden ser fundamentales y que presionen a las formas tradicionales a ser repensadas”.
Además de “mejorar el ambiente laboral, la estrategia de negocio e incrementar el compromiso hacia la organización”, el rendimiento mejora con un equipo que abogue por la equidad de género, “porque al tener diversidad en los altos mandos, convergen diferentes puntos de vista y se originan soluciones innovadoras que se traducen en beneficios para el negocio”, concluye Castellanos.
Queda un camino largo por recorrer. Según la experta de Experis, una de las principales falencias es que “los líderes no sostienen conversaciones de carrera con las mujeres. Solo una de cada cuatro tiene espacios formales de discusión sobre cómo desarrollar su carrera para avanzar hacia posiciones de liderazgo”.