Colombia necesita planes de ordenamiento para el turismo
Determinar de antemano cuáles son las zonas con vocación para esta actividad e involucrar a las comunidades, es una prioridad para el país.
Los planes de ordenamientos territorial deben incluir al turismo, para que los proyectos se hagan de forma lógica y pertinente”.
El año pasado Colombia recibió más de 3,5 millones de turistas extranjeros, la mayoría de ellos estadounidenses, con un crecimiento del 22,2% en comparación con el 2017.
María Claudia Lacouture, directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana, Amcham Colombia, y exministra de Comercio, Industria y Turismo, opina que ante las perspectivas de crecimiento constante, el país necesita crear con urgencia un plan de ordenamiento turístico, que contemple el elemento ambiental y social.
¿Cómo ve el pulso entre el turismo y la explotación de otro tipo en los territorios?
Frente a esto hay que ver que en un determinado territorio, como por ejemplo el Guainía, que tiene una gran oportunidad turística pero también una buena oportunidad petrolera, se debe analizar cuál es el sitio donde menos daño ambiental se puede hacer, dónde no se tiene una riqueza que se puede explotar turísticamente hablando, y de acuerdo con eso lo delimitamos.
Lo que pasa es que tenemos que romper con el mito de que conservar es cerrar. Conservar y proteger tiene diferentes formas, obviamente hay que conservar y cerrar donde es necesario, pero hay otros lugares donde conservar y proteger significa permitir que tenga un uso para la comunidad y el turismo, obviamente con regulaciones y vigilancia.
Un ejemplo clarísimo hoy es Palomino, en La Guajira, que necesita urgentemente de la intervención del Estado. Yo sé que el viceministro de Turismo ya montó una mesa de trabajo con la comunidad y empresarios, pero ahí va una connotación importante que también va dentro de la institucionalidad. Dentro de la ley de turismo es necesario establecer los planes de ordenamiento turístico, Colombia tiene planes de ordenamientos territoriales que no incluyen esta actividad.
¿De qué se trataría un plan de ordenamiento turístico?
Se trata de delimitar las zonas, de establecer cuáles son los requerimientos para desarrollar proyectos, de observar todos los detalles, de si en un lugar se puede construir algo de dos, tres, o cuatro pisos; de si se utiliza cemento, madera u otra cosa; si se tiene acceso a un determinado servicio o no, dónde se deben hacer vías terciarias, cómo se garantizan los servicios de agua y luz, etc.
En Colombia no existe el plan de ordenamiento turístico. Anteriormente yo lo había advertido y algunas personas trataron de desviar la discusión hacia la idea de construir hoteles en Parques Nacionales, y eso no era lo que yo estaba proponiendo, mi propuesta era sentarnos a generar una política ambiental turística conjunta, que permita el desarrollo de los territorios sostenibles y que delimite y establezca dónde se puede hacer turismo.
Después de eso vendría la estructuración de los proyectos aprobados dentro de los límites discutidos y el diseño de las regulaciones. Colombia tiene mucho que ofrecer y hoy lo que está pasando es que los turistas están llegando solos a muchos sitios, como por ejemplo, nuevamente, a Palomino. Allá se puede oír japonés, alemán y francés, y todos los idiomas, y da gusto escuchar eso, pero también da mucha tristeza ver que nosotros no tengamos la capacidad de regular.
Palomino en este momento tiene un punto de quiebre, con drogas y malas prácticas, nada que sea un turismo sostenible. No hay un cuerpo de policía dedicado a Palomino, no hay un puesto de salud de 24 horas porque funciona en horario hasta las 5 pm y no atienden los fines de semana. Se necesita mucha intervención y toda la interlocución posible entre los Ministerios para lograr que efectivamente ese destino, que es espectacular y que está atrayendo tantos turistas, sea sostenible para que se mantenga a largo plazo.
¿Cómo hacer bien el trabajo con los destinos que están floreciendo luego de la firma de la paz?
Los territorios que están saliendo del conflicto como Putumayo, Guainía y Vichada, por ejemplo, hay que hacerlos turísticos paulatinamente.
Yo no estoy de acuerdo con que a esas territorios se les haga una promoción internacional en este momento porque no tienen la infraestructura creada, no están en las condiciones para recibir un número importante de turistas.
Ahí se debe trabajar en dos líneas, uno, como se hizo en la Macarena (Meta), hay que trabajar con las comunidades, buscarlas y ver cuáles son las que quieren trabajar en turismo, ver la forma de que se vuelvan una empresa turística, de que ellos se capaciten y tengan todas las herramientas para poder trabajar solos más adelante.
Luego de su experiencia como ministra de Comercio y Turismo, ¿cómo está trabajando el tema desde Amcham?
Nosotros como Cámara estamos trabajando en obras por impuestos, estamos haciendo sensibilización en Estados Unidos y en las embajadas para que los empresarios se interesen cada vez más en desarrollar lo que se necesita en las regiones, sobre todo las del posconflicto, y a medida que se va desarrollando esa infraestructura, el turismo puede ir creciendo de manera ideal.
También estamos haciendo un trabajo de promoción turística de Colombia- Estados Unidos, Estados Unidos-colombia, y estamos desarrollando en especial un proyecto de avistamiento de aves, donde queremos replicar en la Sierra Nevada de Santa Marta lo que se hizo en La Macarena, que ha tenido gran éxito y se ve en la cantidad de turistas que llegan.
En su opinión, ¿cuál es el producto turístico al que se le debe apostar más?
Colombia es el primer país en el mundo en diversidad de aves, en el total de Estados Unidos hay 856 especies, Colombia, en solo el Valle del Cauca, tiene 850.
Tenemos una oportunidad enorme en esa parte y Estados Unidos es el principal avistador de aves a nivel mundial, además están cerca y nos conocen, con que traigamos el 5% de esos avistadores a Colombia, eso le puede mover la aguja al país en inversión e ingresos para el sector.