Ante la OMC critican las reglas agrícolas europeas
La UE habría restringido el uso de algunos pesticidas que EE. UU. y varios países, entre ellos 12 latinoamericanos, consideran seguros.
ESTADOS UNIDOS y unos 15 países, entre ellos una docena de América Latina, lanzaron el jueves una andanada de críticas a la Unión Europea (UE), porque su enfoque “centrado en los peligros” al regular los pesticidas y otras “herramientas” usadas por agricultores está dañando formas de subsistencia en el mundo.
El comunicado, presentado a la Organización Mundial de Comercio (OMC), dijo que el enfoque de la UE creó una gran incertidumbre y se distanció de evaluaciones de riesgo basadas en datos científicos, lo que creó perturbaciones que amenazan con escalar significativamente en los próximos años.
Los países pidieron a la UE que vuelva a evaluar su enfoque para aprobar productos, que use métodos aceptados internacionalmente para establecer niveles de tolerancia para ingredientes potencialmente dañinos y deje de restringir el comercio de forma “innecesaria e indebida”.
El comunicado fue apoyado por Australia, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Ecuador, EE. UU., Guatemala, Honduras, Malasia, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Los signatarios sostienen que los agricultores necesitan poder acceder al “espectro completo de herramientas y tecnologías seguras” para poder producir más alimentos.
“Sin embargo, las opciones de herramientas seguras para nuestros agricultores son cada vez más socavadas por reglas que no se fundamentan en principios de análisis de riesgo acordados a nivel internacional y que no consideran enfoques alternativos para cumplir las metas de los reguladores”, afirmaron.
“Esto ya tiene un impacto negativo sustancial en la producción y comercio de alimentos y productos agrícolas seguros, un impacto que posiblemente aumentará en el futuro”, agregaron.
El documento, presentado en la OMC, dice que la UE ha prohibido en la práctica algunas sustancias que otros miembros de la organización consideran seguras. “Al implementar estas medidas, parece que la UE está intentando imponer unilateralmente su propio enfoque normativo local a sus socios comerciales”, sostuvieron.
Esto ya tiene un impacto negativo sustancial en la producción y comercio de alimentos y productos agrícolas seguros”.