El efecto de los impuestos: la principal incertidumbre
Los colombianos y las empresas están en la duda sobre finalmente qué impacto tendrán los cambios que se deriven de la Ley de Crecimiento en temas tributarios, mientras que expertos piden ser cuidadosos con una reforma pensional.
Dos temas tienen inquietos a los colombianos: impuestos y pensiones. Por un lado, están a la expectativa del impacto que pueda tener la Ley de Crecimiento en sus bolsillos y, por el otro, lo que se vaya a definir frente a la reforma del sistema de jubilación. Con respecto a la primera problemática, Daniel Bulla, gerente senior de la Línea de TAX de la firma BDO en Colombia, señala que lo que ha imperado es una incertidumbre frente a si se revalidarán los beneficios que la Ley de Financiamiento traía o, algo peor, si se modificará el régimen tributario. “Los pros de lo que está pasando van por tener la oportunidad de corregir imperfecciones que quedaron en la Ley de Financiamiento. En contra está la inseguridad jurídica que de cara a los inversionistas se destila, lo que no es bueno para un país que sobresale en la región y presenta niveles de crecimiento muy bien ponderados”, agrega Bulla.
De otro lado, Sebastián Chacón Marín, director del Programa de Economía del Politécnico Grancolombiano, apunta que la Ley de Crecimiento es necesaria para que el Estado pueda cumplir con las obligaciones plasmadas en el presupuesto nacional del 2019.
Y agrega que un punto importante para hacerle seguimiento es el rubro destinado al pago de la deuda externa, la cual, a causa de la devaluación, se ha visto afectada, creciendo de manera importante. “El Gobierno debe negociar los términos, para así alivianar el presupuesto atendiendo las restricciones con las que cuenta el país en recursos, y no gravar con mayores impuestos a la sociedad colombiana”, anota Marín.
Mientras que Pedro Sarmiento, socio director de Tax & Legal de Crowe Colombia, afirma que la reforma tributaria puede mejorar gracias a algunas consideraciones como las mejoras de impacto social que permeen a toda la población, junto con los diferentes sectores industriales y empresariales. Entre ellas menciona disminuir la tarifa del IVA al 16% y, en lo posible, eliminar de la canasta de bienes conocida como ‘excluidos por las distorsiones que se generan por convertir’, el impuesto pagado en la fabricación de estos productos como mayor valor del artículo, y convertirlo en impuesto descontable. Para él, no se puede reversar la eliminación del régimen simplificado del IVA, que ha generado este año un efecto benéfico en el tratamiento de la informalidad de todos los comerciantes.
Pros y contras
Según el socio director de Tax & Legal de Crowe Colombia, es más grave para la clase media y para las empresas que no se expida una nueva reforma tributaria y que no se aproveche para hacer las correcciones mencionadas al respecto. Asegura que Colombia, como Estado, debe suprimir los mensajes de inestabilidad en materia legal y falta de seriedad, que afectan tanto la inversión extranjera como el tránsito de actividades económicas.
Y es que, en caso de que esta reforma hubiera encontrado problemas, Sarmiento explica que, el primer ejercicio a cargo del ejecutivo tendría que hacerse desde la óptica de los principios constitucionales enunciados en la sentencia de inconstitucionalidad –conocido como la reviviscencia– y que consiste en identificar las normas que entrarían a regir en el periodo fiscal del año 2020. “Léase la inestabilidad ocasionada por la falta de ley tributaria, y la inminente disminución de tratamientos preferenciales, los cuales, bajo ningún pretexto, podrían ser traídos de regreso”, aclara.
A su turno, Bulla cree que, a pesar de que resulte contraintuitivo, no tener esta ley también significa alivio macroeconómico frente a los beneficios corporativos que se brindan en su articulado. En el corto plazo, añade, estos paliativos van en detrimento directo del recaudo, aunque es claro que esto busca desde una óptica keynesiana inyectar combustible al sector productivo para que, en contraposición, se invierta, se
acelere el crecimiento y, por qué no, se estabilice el recaudo.
Sin embargo, en este momento pesa más la atmosfera de inseguridad, por lo que es clave lo que pase durante los próximos meses en la materia, así como en la implementación de los ajustes que lleve a cabo el Gobierno, pues si se llegan a presentar problemas al respecto, se necesitaría una medida de choque importante, tal como otra nueva reforma tramitada desde ceros, pero con enfoque corporativo.
Para Sarmiento, finalmente, la Ley de Crecimiento debe buscarse a través de los impuestos y en equidad de los ingresos. “La reforma tributaria no puede ser regresiva. En el caso del IVA, por ejemplo, debe establecer tarifas diferenciadas para que no afecte de manera más fuerte a las clases de menos ingresos”, acota.
El problema pensional
En lo que se refiere a pensiones, Pedro Sarmiento sostiene que la reforma pensional debe ser materia de estudios muy cuidadosos de expertos en los diferentes modelos y que garanticen que, en los próximos años, una mayor base de la población pueda ingresar al sistema pensional, con sus diferentes modalidades y que, en ese mismo tono, el Estado pueda cubrir las erogaciones derivadas de las pensiones por sus sistemas convencionales.
Hace hincapié en que no hay que olvidar que los descuentos para pensiones los administra el Estado y que, al igual que la salud, en el momento en que se conviertan en deficientes causarán una carga para las finanzas públicas. “No se deben dirigir las políticas públicas al aumento de los años exigidos para devengar una pensión –explica–. Más bien, se deben adoptar posiciones y estructuras novedosas que materialicen el derecho a la seguridad social”.
Por su parte, Daniel Bulla opina que el presupuesto no aguantará mucho más, y que si se suma la desbandada de retiros del régimen privado a todo el costo acumulado, va a haber en muy poco tiempo un déficit insostenible, por lo que, aunque sea impopular, precisará una modificación. “Esperemos que la reforma se compadezca no solo de las finanzas macroeconómicas, sino del universo de trabajadores que serán la medula de este problema”, concluye.