Equidad de género
Colombia avanza, lentamente, hacia el objetivo fundamental de lograr la igualdad de género. Pero todavía le hace falta tomar más acciones para el cierre de las grandes brechas, sobre todo en materia de balance salarial.
En un foro realizado en Bogotá el pasado 5 de marzo, la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, soltó desde su oficina, a través de una pantalla virtual, una frase que quedó grabada en los asistentes: “Desde las fábricas a las aulas, y hasta las salas de los directorios, el empoderamiento de la mujer es el factor que determina si un país tendrá un futuro brillante o sombrío”.
Era una referencia indirecta a Colombia, país organizador del encuentro ‘Acelerando el empoderamiento económico de las mujeres para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible’, organizado por la Vicepresidencia y la Consejería para la Equidad de la Mujer, y en el que la líder destacó el avance que se ha logrado en busca de la igualdad de género en la región. “Hoy más mujeres que hombres están matriculados en establecimientos primarios, secundarios y terciarios. En el mercado laboral, ellas han incrementado su participación en la economía de 45% en el 2000 a 59% en el 2019”, señalo Georgieva.
Pero, a pesar de los avances, Colombia tiene un duro desafío, por lo menos en la economía. Entre las 1.000 compañías más grandes por ingresos al 2018, de las primeras 200 únicamente se encontraron ocho mujeres en los máximos cargos. De hecho, la Encuesta Equidad de Género 2019 de la Andi muestra cómo apenas 25% de los puestos en juntas directivas, consejos directivos y estos órganos lo ocupan ellas. El dato es de 33,5% en cargos de presidente o gerente.
Y es que estudios indican que la equidad de género permitirá aumentar el PIB de una economía hasta en 35%, en promedio, por lo que cada vez más actores piden avanzar en la materia para evitar situaciones como que solo el 53,8% de la población de mujeres en edad de trabajar entren al mercado laboral.
No obstante, las diferencias económicas siguen siendo uno de los principales rezagos. De acuerdo con reportes realizados por el Banco de la República y el Banco Interamericano de Desarrollo, las mujeres ganan entre un 10% y 20% menos que los hombres estando igual o mejor calificadas para el trabajo, un dato que según la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) de 2017, del Dane, es del 17%.
Al referirse al tema de la participación femenina en ese sector, la directora del FMI señaló algunas sombrías causas. “Casi 90 países tienen alguna restricción jurídica a la participación de la mujer en la economía. Existen barreras invisibles con las que se topan: trabajo no remunerado, políticas deficientes de licencia familiar para nuevos padres, discriminación salarial, falta de opciones adecuadas en cuanto a guarderías. Estas son las cadenas ocultas que atan a la mujer”.
Y agregó: “Lo grave de todo esto es que restringe el potencial económico de un país”.
Eso sí, también hay datos positivos. De acuerdo con el ranking del Foro Económico Mundial 2019, el país pasó del puesto 40 al 22 en cierre de brechas. El progreso en el escalafón se debe a los avances que viene logrando en empoderamiento político de las mujeres. En esta categoría, saltó 26 posiciones, al pasar del puesto 59 al 33.
En materia de participación femenina en cargos ministeriales encabeza el ranking gracias a que, por primera vez, cuenta con un gabinete paritario y, además, la Vicepresidencia de la República es liderada por una mujer. El aumento del concurso de ellas en el Congreso es otra mejora, al escalar cinco casillas en la categoría de colocación en parlamentos. Para el Senado fueron elegidas 25 congresistas, dos más que en el 2014 y ocho más que en el 2010. En la Cámara de Representantes, 31 de ellas obtuvieron una curul, 11 más que en el 2010.
Algunos sectores de la economía también han contribuido en esta búsqueda del equilibrio. En febrero pasado, la vicepresidente Marta Lucía Ramírez recibió de manos de la Asociación Nacional de Anunciantes (ANDA) la primera ‘Guía por la igualdad en la publicidad’, que busca principalmente derribar estereotipos discriminatorios contra las mujeres de Colombia. Los anunciantes afiliados a esa organización firmaron cinco compromisos en aras de garantizar ese objetivo en la comunicación comercial.
Por primera vez, el país cuenta con un gabinete paritario y, además, la Vicepresidencia de la República está liderada por una mujer.