Y… ¿qué pasó con la pensional?
Una de las noticias que mayor revuelo generó el año pasado estuvo relacionada con la reforma pensional que presentaría el Gobierno. Fue una de las razones que motivaron las marchas sociales.
Sin embargo, a pesar de lo que exige la ciudadanía, este debate es mucho más amplio. De acuerdo con economistas, es necesario hacerla por varias razones, entre las que se destaca la inequidad en la entrega de subsidios a las pensiones de quienes están en el régimen de prima media (RPM), y que terminan en manos de los que menos los requieren y generan un amplio costo fiscal.
Según el Observatorio Fiscal de la Javeriana, de las personas en edad de jubilarse solo el 35% recibe una pensión, dejando así por fuera a gran parte de la población que, aunque obtiene algunos recursos mediante programas como Colombia Mayor o los BEPS, no logran los mismos beneficios.
A lo anterior se le suma que mantener el RPM cuesta $57 billones al año, produciendo un alto desfase monetario para el país. Del Presupuesto Nacional se destinan $43 billones para este renglón, y el resto se financia con las cotizaciones de los afiliados y los traslados del Régimen de Ahorro Individual Solidario (RAIS), bajo el que operan las AFP.
A esto se suman otras aristas, como un envejecimiento más rápido de lo esperado. Así, el Gobierno presentará este año la ‘Reforma a la protección de la vejez’. “Estamos afinando varios detalles, pero siempre manteniéndonos en los inamovibles”, explica Juan Alberto Londoño, viceministro general de Hacienda.
El funcionario agrega que la idea es mejorar la distribución de subsidios. “Están concentrados en una porción muy pequeña, solo 1 de cada 5 adultos mayores logra acceder a una pensión”.
Sobre los inamovibles, estos son: no modificar la edad de pensión, que hoy es de 62 años para los hombres y 57 para las mujeres; se respetará la prestación de sobrevivencia; no se tocarán los derechos adquiridos; se deben focalizar los subsidios en los más vulnerables y no se tocará la tasa de cotización.