Atabaques transforma el son de negros caribeño en la Bienal de Cali
Su coreógrafo investigó el origen de esta expresión en la comunidad Mahates, en Bolívar, y obtuvo una beca de creación del Ministerio de Cultura
La tradicional canción que dice: “Aeaeaeeee la rama de tamarindo, aeaeaeeee la rama de tamarindo, dime lirio, dime rosa, dime clavel encantado”, vuelve a ser entonada con fuerza como eje principal de la obra ‘Revuelo’, del grupo Atabaques de Cartagena, que estrenará en el marco de la Bienal de Danza de Cali una nueva obra inspirada en la tradicional danza del son de negros de Mahates (Bolívar).
Wilfran Barrios, su director, es un coreógrafo e investigador que ha sido siempre fiel a las tradiciones del Caribe colombiano. “Trabajamos las danzas tradicionales, pero vamos en contra de lo que normalmente se hace. Si hacíamos una cumbia, decíamos que íbamos a ir en contra del ritmo, dábamos saltos en la cumbia que normalmente no se hacen. No algo estilizado sino desde la línea de lo afro y de lo que tú sientes”, explicó Barrios.
El grupo nació en 2003 a raíz de las inquietudes de su director, quien hizo parte del proceso creativo del Colegio del Cuerpo en Cartagena. Sus bailarines provienen de los barrios populares de ‘la Heroica’ y este montaje ganó una de las tres becas nacionales de creación de Proartes.
“Nací en Isla Fuerte, Bolívar, en una familia vinculada a la música. Mi padre, Luis Felipe Barrios, bailaba fandango. Mi madre, Rosa Paz, bailadora de porros y fandangos. Mi abuela María Barrios y mi bisabuela Adela Barrios fueron cantadoras.
Mi abuelo materno, José Paz, toca el saxofón”, recordó.
Los atabaques son tres tambores yorubas utilizados para la ceremonia religiosa del candomblé, y el grupo que lleva este nombre presentará una relectura de esta tradicional danza, en la que los bailarines de la comunidad de Mahates participan complementando el cuerpo de baile de la compañía y fusionando tradición y contemporaneidad en escena. “Siempre buscamos matices diferentes pensando en esa misma dualidad, pero tenemos esa raíz muy fuerte en el folclor mismo viviente, pero que tratamos de dinamizarlo”, indicó su director.
Sobre el son de negros
El son de negros es una prác- tica en la que se conjugan elementos de la danza, la música, el teatro, la literatura y las artes plásticas. Su nacimiento o aparición es un acontecimiento discutido desde todas las dimensiones en aquellos puntos geográficos en los que se ejecuta y se vive, el río Magdalena, Atlántico, Bolívar y la zona del Canal del Dique. Atabaques presenta las morisquetas de sus bailarines, sus cuerpos pintados, sus canoas sobre el río y su burla como hilos conductores del espectáculo. El montaje muestra a esta expresión como una danza comunitaria en torno a la cual se configuran aspectos que fortalecen el tejido social.
El son de negros es una danza que guarda los elementos simbólicos de las jornadas de laboreo que se viven en la ciénaga y en el Canal del Dique, que desemboca en Cartagena.
Cada población cuenta con un sombrero de colores diferentes y variantes de esta expresión que son entregadas por sus ejecutantes de generación en generación.
“Trabajamos las danzas tradicionales pero vamos en contra de lo que normalmente se hace” Wilfran Barrios, investigador y coreógrafo