HABRÁ CAMPEÓN, ¿PERO EN DÓNDE?
El domingo se entrega la estrella de fin de año del fútbol profesional colombiano. Junior lleva ventaja de 4-1 ante el DIM
Se dice que en cada Navidad la estrella de David reluce en el firmamento más que nunca. En Colombia, la tradición hace que ese farol aparezca antes del 25 de diciembre, en una cancha de fútbol y coronando al campeón de fin de año.
En esta ocasión, la insignia en el pecho será para Independiente Medellín o Junior de Barranquilla. La ida dejó en posición favorable a los costeños, quienes sacaron ventaja 4-1 en el partido de ida, en el estadio Metropolitano.
Sin embargo, los tiburones aterrizan en el Valle de Aburrá con el corazón roto. La derrota en la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Paranaense les dejó el alma dolida. Por como se dio, el equipo de Curramba retornó al país con lo que pudo ser su primer título continental, pero lejos de esos regresan con las manos vacías al perder por penales.
Además, los ánimos están caldeados en el seno del plantel, luego de un par de decisiones finalizando el partido en Curitiba. Primero, el entrenador Julio Comesaña decidió sacar del campo a Jarlan Barrera luego de que fallara un penal en el tiempo extra. Dicha determinación fue mal vista por los compañeros del volante, sobre todo Rafael Pérez, quien le recriminó al uruguayo tal mandato. Luego del bochorno, Junior no pudo en la tanda de penales ante los brasileños.
Ante ese clima de incertidumbre, el DIM quiere pescar en río revuelto. El conjunto de Octavio Zambrano está contra la pared desde el resultado, pero el técnico cree tener la sapiencia suficiente para reconducir a un equipo que parece haber perdido el rumbo en Barranquilla.
Consciente de que solos no podrán ante los curramberos, el público de Independiente Medellín organizó un banderazo para darle su aliento al conjunto poderoso. En el Atanasio Girardot se esperan más de 45.000 almas el domingo por la tarde.
El título le permitirá a Medellín o Junior ser el segundo equipo colombiano en la fase de grupos de la Copa Libertadores. Si el conjunto barranquillero hubiera ganado ante Paranaense, los dos hubieran estado de forma matemática en el torneo continental, sin necesidad de disputar el doble repechaje.
Ese será un aliciente extra. Quien falle, sabrá que empezará temprano en enero con la competencia oficial.
Otro punto de inflexión es cómo reaccionará Junior si el Poderoso logra darle vuelta a la papeleta y forzar los penales. Los tiburones sufren un karma en esa materia y otra derrota más desde los 12 pasos será terrible para los hinchas. La Navidad brillará para uno solo.