¿Y en cuanto a la gravación del patrimonio?
Con respecto a este impuesto primordial, ambas reformas coinciden en que se debe endurecer el recaudo en este sentido, pero se plantean caminos diferentes. Por un lado, “la reforma de Carrasquilla proponía una tarifa del 1% para patrimonios de entre 5000 millones de pesos y 14.900 millones de pesos, y del 2% para patrimonios de 15.000 millones de pesos o más. Todo esto descontando hasta 980 millones de pesos por la vivienda que se habita”. Por el otro lado, la reforma recién radicada plantea un impuesto de 0,5% para patrimonios desde 2736 millones de pesos y hasta 4636 millones de pesos, y de 1% desde los 4637 millones de pesos. Pero en esta cuenta debe descontar el valor de la vivienda hasta máximo 456 millones de pesos.
Además, si se habla de dividendos, también se encuentran similitudes con diferencias: Carrasquilla proponía un aumento del umbral a 40 millones de pesos, pero cobrar 15% de impuesto, en vez del 10% actual. Por su parte, Ocampo ahora propone que se aumente el umbral a 45 millones de pesos, pero que el cobro del impuesto sea el mismo que se cobra actualmente. Por último, Pardo acota que “es una reforma que tiende a unificar y simplificar el sistema y que de cierta manera es progresiva”. Sin embargo, también aclara que la propuesta “sigue sin tocar privilegios de ciertos grupos como magistrados y profesores de universidades públicas, que tienen hasta salarios de 60 millones”.