¿Adiós a los cigarrillos?
Salud. Cada vez son más los fumadores adultos que realizan su transición del cigarrillo tradicional a dispositivos de vapeo o productos de calentamiento de tabaco, sobre los que ya existen más opiniones e información. A pesar de ello, la pregunta sigue siendo la misma: ¿cuál es la diferencia?, ¿hay realmente un cambio?
Todas las personas, sean o no fumadores, están bastante familiarizados con el concepto de humo en el cigarrillo, el cual, técnicamente, es una mezcla compleja de partículas químicas que se crea cuando se quema una sustancia orgánica. En el caso del tabaco, se quema a temperaturas extremadamente altas para producir lo que conocemos como humo, que contiene más de 6000 compuestos químicos diferentes, de los cuales, más de 100 están clasificados por autoridades de salud pública como causas, o causas potenciales, de enfermedades relacionadas con el tabaquismo. A este proceso de quema se le conoce como combustión, la principal causa de los efectos dañinos a la hora de fumar.
Por otro lado, vapear y calentar tabaco son los nombres popularmente otorgados al uso de alternativas libres de humo como cigarrillos electrónicos o productos de calentamiento de tabaco. En este orden de ideas, se entiende que la diferencia entre estos y los cigarrillos tradicionales es que los primeros no producen humo, lo que nos lleva a formular la siguiente pregunta: ¿entonces cómo funcionan?
Cabe aclarar que cada producto cuenta con un mecanismo de funcionamiento diferente. Sin embargo, el principio central es que dichas alternativas no generan combustión y, por tanto, no producen humo. Generalmente, calientan una sustancia, ya sea tabaco o una solución líquida de nicotina, para crear un aerosol o vapor –de ahí el término vapeo–. Esta sustancia contiene una mezcla de partículas, pero a diferencia del humo, dicho aerosol presenta una reducción significativa en los niveles promedio de sustancias químicas dañinas liberadas en comparación con el humo del cigarrillo .
Un estudio realizado por la Facultad de Medicina de Penn State sugiere que “el uso de cigarrillos electrónicos o de un sustituto pueden dar lugar a una reducción del consumo de cigarrillos y de la dependencia que generan”.
Todos los productos libres de humo son diferentes, por lo que deben ser validados científicamente y, a su vez, el usuario debe comprender que la reducción en los niveles de elementos químicos dañinos no significa que estas alternativas se encuentren libres de riesgos, pues también suministran nicotina, que, aunque es adictiva, no es la causa principal de enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Es importante recordar que la mejor opción para cualquier fumador es dejar el tabaco y el consumo de nicotina por completo. Sin embargo, para los adultos que han tomado la decisión de continuar con el consumo de tabaco o nicotina, los productos libres de humo son una opción de menor riesgo que seguir fumando.
*Entre Coltabaco y Publimetro existen acuerdos comerciales con el fin de publicar este artículo.
“Un estudio realizado por la Facultad de Medicina de Penn State sugiere que el uso de cigarrillos electrónicos o de un sustituto pueden dar lugar a una reducción del consumo de cigarrillos y de la dependencia que generan”