Pablo Burraco
¿Qué lo llevó a estudiar las ranas de Chernóbil? Parte de nuestra investigación tiene como objetivo entender cómo los ambientes extremos afectan a la salud de los animales salvajes y para ello utilizamos marcadores morfológicos, fisiológicos y genéticos. En esta línea, Chernóbil representa una fantástica oportunidad para investigar cómo afecta a la fauna salvaje una condición muy arriesgada y novedosa que no es detectable por los organismos (es decir, la radiación).
¿Por qué es relevante estudiar la zona de exclusión de Chernóbil en términos evolutivos?
En mi opinión, trabajar en Chernóbil ofrece una oportunidad fantástica para investigar cómo una condición ambiental novedosa y no detectable por los organismos (es decir, la radiación ionizante) impulsa los procesos evolutivos.
¿Cómo llevó a cabo el estudio?
Cada noche que pasamos en la zona de Chernóbil, recogimos ranas a través de un gradiente de radiación ionizante dentro de la Zona de Exclusión de
Chernóbil, y fuera de esa zona. Una vez en el laboratorio, tomamos una foto de cada individuo, colocando una paleta de colores que nos permitía corregir las diferencias de intensidad de luz entre las fotos. A continuación, procesamos las fotos con un programa informático, que nos dio un valor de luminancia: las ranas oscuras tienen valores de luminancia más bajos.
¿Cuáles son las características de las ranas que viven cerca de zonas con altos niveles de radiación? Después de varios años trabajando en Chernóbil, podemos decir que las ranas que se encuentran dentro de la zona de exclusión son simplemente normales, aparte de ser más oscuras. En general, no hemos encontrado ningún efecto fisiológico relevante de la radiación en las ranas que habitan en zonas altamente contaminadas.
En cuanto a las tasas de mutación, parecen tener una mayor diversidad genética, un proceso que también puede deberse a que las ranas recolonizan la zona después del accidente.
¿Por qué este entorno hace que las ranas se vuelvan negras?
Desde nuestro punto de vista, la causa más plausible es que las ranas oscuras hayan sobrevivido a la radiación tras el accidente, por lo que el fenotipo que encontramos en las ranas salvajes hoy en día. Sin embargo, en futuros experimentos se podrá determinar la causa del patrón observado.