No sea racista en Halloween
Piénselo dos veces a la hora de escoger un disfraz. Para usted puede ser un gran chiste, pero es posible que ofenda a alguien
Todos los años, la celebración del Halloween está llena de diversión y dulces. Tanto niños como adultos se disfrazan de sus personajes favoritos de películas, libros o series de terror. Sin embargo, muchas veces, Halloween puede convertirse en una noche manchada por el racismo, debido a la presencia de disfraces considerados socialmente inapropiados.
Los que hacen alusión a minorías, a grupos sociales vulnerables o simplemente a otras culturas, son muy populares durante la noche de Halloween y pueden ser interpretados como una burla hacia esos grupos sociales. En la actualidad se ven disfraces basados en negros, en indios nativos de Estados Unidos e incluso en musulmanes, caracterizados como terroristas.
Aunque quienes portan esos disfraces pueden pensar que se trata de una broma, muchas organizaciones, especialistas y universidades se lo toman muy en serio e, incluso, han generado campañas para generar conciencia en las personas sobre la utilización de disfraces considerados racistas y para evitar la apropiación cultural a través de los mismos. La apropiación cultural es “el acto de tomar o usar cosas de una cultura que no es la tuya, especialmente sin demostrar que entiendes o respetas esta cultura”, según el diccionario de Cambridge.
Especialistas advierten sobre cuándo un atuendo para la Noche de Brujas se puede convertir en algo ofensivo: “Los disfraces de Halloween pueden llegar a ser ofensivos cuando se convierten en la apropiación cultural, el préstamo de otra cultura sin respetar las normas de la comunidad de origen y, en su lugar, equiparar la ropa tradicional con monstruos y vampiros o la creación de versiones hipersexualizadas (pensar en geishas sexis, monjas embarazadas o en minifaldas, y princesas nativoamericanas en unas pocas plumas)”, dijo a PUBLIMETRO Susan Scafidi, profesora de derecho en la Universidad de Fordham y fundadora del Instituto de Derecho de la Moda.
Una de las campañas más populares contra el racismo en Halloween es ‘Somos una cultura, no un disfraz’, creada en 2013 por una organización estudiantil de la Universidad de Ohio, que enseña prácticas en contra del racismo en la sociedad.
El año pasado, la Universidad de Massachusetts puso en sus instalaciones carteles de apropiación cultural en cada una de las residencias universitarias del campus, con un detallado “medidor de evaluación y valoración del racismo”.
Por estos días, un grupo de estudiantes de la Universidad del estado de Washington retomó la campaña ‘Somos una cultura, no un disfraz’ para advertir a los estudiantes sobre la apropiación accidental de la cultura al celebrar Halloween.
Jayda Moore, profesora de Justicia Social de Educación para la Diversidad de la Universidad Estatal de Washington, dijo, durante una charla en el campus, que la apropiación cultural “usualmente es hecha por miembros del grupo dominante, que están tomando elementos de un grupo oprimido o marginado”.
En el mismo sentido, la Brock University, en St. Catharines, Ontario, realizó una infografía que ayuda a los lectores a criticar un disfraz. Esa infografía define algunos de los disfraces que pueden ser considerados como racistas. Entre los que se mencionan están la cara pintada de negro (personas blancas con la cara o el cuerpo pintados de negro para simular a una persona de esa raza), nativos americanos (disfraces basados en la vestimenta de esa minoría), personas trans (atuendos en los que se simula ser un persona transgénero), maquillaje del Día de Muertos (pintura facial inspirada en la tradición mexicana del Día de Muertos), geisha (disfraces en los que se hace alusión a esas mujeres japonesas), bindi (el punto rojo que las mujeres hindúes y jainistas usan en la frente) y las túnicas musulmanas.
Pese a todas las campañas y esfuerzos de organizaciones y universidades, el evitar los disfraces racistas de Halloween depende de quienes se disfrazan para esa celebración, así que antes de elegir su disfraz, “solo pregúntese si representa a un grupo étnico. Si es así, pregúntese si esto juega con los estereotipos sobre el grupo. Incluso, si piensa que los estereotipos no son negativos –por ejemplo, retratar a un cierto grupo como despreocupado o artísticamente talentoso– piense de nuevo; podrían ser interpretados por miembros de ese grupo como representaciones superficiales, degradantes o estrechas”, explicó Ann Morning, profesora asociada del departamento de Sociología de la Universidad de Nueva York.
“Si está considerando un disfraz de Halloween que consiste en la ropa diaria de otra persona, es posible que desee pensarlo de nuevo”, concluyó Susan Scafid.
Varios informes sugieren que Halloween se ha convertido en una celebración racista, ¿cómo evolucionó y por qué?
Halloween, como el carnaval en algunos lugares, puede ser un momento para romper las reglas o límites sociales. A veces, esto refleja los orígenes históricos de la fiesta en creencias relacionadas con los mundos de los vivos y los muertos, como disfrazarse de fantasmas o demonios. Otros disfraces pueden reflejar fantasía, comentarios políticos, humor, o, simplemente, la alegría de vestirse.
Los disfraces de Halloween pueden llegar a ser ofensivos cuando se convierten en apropiación cultural, que a menudo se basa en el aprecio sin comprensión. El racismo, por otra parte, resulta del odio y del miedo. Una manera de canalizar el odio o el miedo es rebajar o burlarse de otra cultura, por ejemplo, convirtiendo la vestimenta tradicional en disfraces exagerados.
¿Por qué los trajes ofensivos se vuelven cada vez más populares?
Algunas personas ofenden deliberadamente y otras accidentalmente. No sé si los trajes ofensivos son cada vez más populares, pero el ascenso de las redes sociales ha creado un foro para que la gente que se siente ofendida pueda expresar sus preocupaciones. En otras palabras, trajes ofensivos han existido por generaciones, pero ahora, aquellos que se ofenden, tienen voz pública.
¿Podría detenerse el racismo durante la celebración de Halloween?, ¿qué hay que hacer para lograrlo?
Toda la ropa, desde vestimenta de todos los días hasta disfraces de Halloween, se rige, en cierta medida, por las normas sociales y la presión de los compañeros, incluso más que por los códigos de vestir o las leyes. Si hay suficiente explicación de que los trajes constituyen una apropiación cultural indebida, junto con la identificación de aquellos que podrían ser percibidos como racistas, los que de otro modo los usarían se verán presionados a dejar de hacerlo.
¿Hay algún vestuario que pueda ayudar en la lucha contra el racismo?
El mejor rasgo de la humanidad puede ser la creatividad. Por lo tanto, los mejores disfraces son aquellos que son inteligentes y originales sin que se tenga que recurrir a la raza o a otras culturas.
¿Qué consejos podría dar a la gente para elegir un disfraz y no herir los sentimientos de alguien?
Cuando se trata de evitar la apropiación cultural, siempre vuelvo a una regla de tres aspectos: fuente, significado y similitud. Considere la comunidad de origen y, si históricamente ha estado sujeta a opresión o discriminación, también el significado o sacralidad del producto cultural en cuestión, y cuán similar es la copia al original. Ahí estará la respuesta.