Llegó la hora de la verdad

No estarán ni Messi ni Cristiano y, como si fuera poco, el nivel de los dos no convence. Sin embargo, para los amantes de este deporte, el duelo entre Barcelona y Real Madrid siempre será un clásico a muerte. Razón por la que los flashes se encenderán, el estadio estará a reventar y los televisores permanecerán prendidos durante 90 minutos a lo largo y ancho del planeta. La palabra crisis toca a la puerta de ambas escuadras. Eso sí, en la Casa Blanca existe más tensión. Y es que, desde la llegada de Lopetegui, el equipo no encuentra solución. La falta de gol y la carencia de ideas son las principales causas de esta debacle. Por eso, el encuentro frente al Barça puede significar un punto bisagra para reencontrarse con su historia.

Por otro lado, los culés tendrán una nueva oportunidad de demostrar que la ‘Messidependencia’ no existe. Frente al Inter de Milán, por Champions League, disputaron tal vez el mejor compromiso de la temporada. Es así como, ante su acérrimo rival, esperan repetir dicha actuación. Para ello, deberán jugar casi a la perfección, emulando aquellos años dorados donde parecían imbatibles.

Lo cierto es que, pase lo que pase, de seguro se tomarán fuertes medidas y decisiones ya sea en uno o en otro, incluso no se descartaría la salida de Julen Lopetegui o el señalamiento de Ernesto Valverde y los refuerzos como grandes responsables.