Detección de la colisión
La detección de la mayor colisión de agujeros negros se logró gracias a la colaboración científica entre el Laser Interferometer Gravitationalwave Observatory, Ligo, ubicado en Livingstone y Washington, EE. UU., además de su homólogo europeo Virgo, ubicado en Cascina, Italia. Además, la detección de ondas gravitacionales creadas por la fusión de agujeros negros, que viajaron a la velocidad de la luz y llegaron a la Tierra el 29 de julio de 2017, permitieron el hallazgo.