ITALIA Y BUFFON SE QUEDARON SIN MUNDIAL 2018
En 1958 fue la última vez que ‘la Azzurra’ se quedó sin mundial. Gianluigi Buffon fue el gran damnificado
Italia contra las cuerdas. A la selección ‘Azzurra’, con cuatro títulos mundiales en su escudo, le llegó la hora del juicio final. La acumulación de pecados en los últimos tiempos llevaron a ‘la Nazionale’ a estar al borde del abismo.
Dos eliminaciones consecutivas en primera ronda de los mundiales, ganar apenas dos amistosos en los últimos seis años y la falta de jugadores de jerarquía en su plantel, hicieron que Italia no fuera cabeza de serie en el sorteo de eliminatorias y por ende cayera al grupo de la poderosa España, que condenó a los tetracampeones a un repechaje.
Una oportunidad más de expurgar sus culpas. Ahí el contendiente era Suecia, sin la complicidad de Zlatan Ibrahimović. Italia salió a especular en Estocolmo y cayó 1-0, teniendo la necesidad de ganar por dos goles en el Giuseppe Meazza.
San Siro no le falló a sus jugadores. El estadio se vistió de verde, blanco y rojo, con banderas en todas las gradas, mientras que los jugadores con piel azul en el césped intentaron dejar todo el sudor para revertir la serie.
Ganas hubo. Esfuerzo, también. Lo que estuvo ausente en ‘la Nazionale’ fue la generación de juego. Los escandinavos, bien parados en defensa, no sufrían en demasía, a pesar de lo incómodo que fue marcar a Ciro Immobile, el mejor de ‘los tanos’ en la primera mitad.
El centro delantero tuvo el gol en sus pies, pero entre el arquero Olsen y el defensor Granqvist, evitaron el tanto en la línea. Además de eso, no pasó en la primera mitad, que culminó sin goles.
Un tiempo más de sufrimiento. Un tiempo más de agonía y de esperanza. En la segunda mitad, Italia empujó con todo su corazón y entrega, pero las opciones eran suecas en el contragolpe. Los delanteros de amarillo se cansaron de errar goles cantados.
Faltando cinco minutos para el final, el marcador no
se modificaba en Milán. Los jugadores italianos sufrían de angustia, mientras que Suecia se moría del susto, ante la epopeya que estaba logrando en suelo sagrado.
La presión se volcó en contra de los jugadores locales, quienes le fallaron a toda una nación. Un país que no fracasaba en una eliminatoria mundialista desde 1958 y que, justamente, se jugó en Suecia. Italia quedó eliminada y esta generación quedará marcada para la historia.