DETRÁS DEL GOL DE LA 15 DE MILLOS
Henry Rojas se metió en la historia del club embajador, pero detrás de esto hay otra historia que se debe contar.
Aunque no se deberían contar los hechos en primera persona, a menos que sea una crónica y sea quien escribe el protagonista principal de la historia, en esta oportunidad es válido el ejercicio y ya lo irán entendiendo. Muchas son las lecturas y miradas que se la han dado al gol de Henry Rojas para la estrella 15 de Millonarios, pero hay una que solo la sabe él, su familia, sus amigos y yo, que tuve la fortuna de saberla.
Lejos de contar que el tanto anotado el pasado 17 de diciembre fue obra del jugador con la camiseta 17, nacido un 27 del mes 7 de 1987, es más importante saber por qué Henry Rojas no fue titular en los últimos partidos, por qué estuvo dos meses fuera de las canchas, por qué estaba más agotado que sus compañeros y cuál fue la decisión que tomó para llegar a esta final con la posibilidad de jugar desde el minuto 77.
Complicada lesión
El 2 de septiembre se jugaba el partido Millonarios vs. Alianza Petrolera y, a diferencia de lo que venía pasando en los encuentros anteriores, Henry Rojas no fue titular. Después de las molestias que había sentido, habló con el cuerpo técnico y decidieron darle pocos minutos. En ese encuentro los azules ganaron 1-0, Henry entró en el minuto 77 por Jhon Duque y fue el último encuentro antes de empezar su recuperación.
Después de los exámenes y chequeos, se descubrió que Rojas tenía una pubalgia que le impedía realizar movimientos con normalidad por el dolor y la inflamación en la zona inguinal y púbica. Le diagnosticaron cerca de cuatro semanas de recuperación, pero finalmente fueron diez para volver a las canchas.
El regreso no fue tan feliz
El 12 de noviembre se dio el regreso de Henry en una dura visita frente al Huila y en un partido sin goles, Russo le dio nueve minutos (ven que no todo era con el número 7), pero el dolor y las molestias no se habían ido.
Una semana después, el jugador volvió a ser suplente, entró en los últimos 17 minutos del 5-1 contra Deportivo Cali, pero las sensaciones no eran buenas. Por eso, consultando con el cuerpo técnico y médico del club, él decidió hacer algo más para recuperarse y empezó a asistir a terapias particulares, después de los entrenamientos y antes de las concentraciones, sacrificando horas de descanso y tiempo con su familia. Lo importante era recuperarse para la recta final de la Liga Águila II-2017.
En este punto entro yo, que estaba en vacaciones y acompañaba a mi madre al mismo sitio de terapistas para tratar una fractura de difícil recuperación que ella sufrió hace casi dos años. Y fue el martes 21 de noviembre cuando fui testigo del momento y la forma como Henry hablaba con la recepcionista del lugar, intentaba acomodar sus citas a los horarios de entrenamiento.
Ese día le pregunté sobre su situación, me comentó que cada vez que jugaba sentía las molestias, que en el club no lo querían sobrecargar y que estaba haciendo esto para volver rápido. Obviamente debe ser frustrante tener una lesión en el momento más importante del año, recordando que en el primer semestre otra lesión, esa vez en el tobillo, lo dejó por fuera de las semifinales con Nacional.
En las horas de espera en aquel sitio me encontré otras dos veces con Rojas, llegaba a la hora en punto para su terapia y salía una hora después, ya marcando las 7 de la noche. Mis vacaciones terminaron el primero de diciembre, no pude seguir acompañando a mi madre a sus terapias y tampoco pude volver a hablar con Henry, sin embargo, cada vez que un hincha o un comentarista cuestionaba la no titularidad del volante, yo tenía la respuesta y no quería contarla, por lo menos no sin preguntarle al protagonista si podía hacerlo.
El gol estaba guardado
En los partidos de cuartos de final y semifinales, Rojas apenas pudo jugar 20 minutos; sumando los pocos segundos que jugó en la vuelta contra La Equidad entrando por Mosquera y ante la expulsión de Duque, los seis que jugó en la ida ante el América donde tuvo un remate que se estrelló en el travesaño y en la vuelta contra los escarlatas un remate mordido fue controlado por Bejarano. Por fortuna en ninguno de esos partidos hizo falta ese gol.
Los hinchas y periodistas seguían preguntándose la razón para no contar con Henry por más minutos en el campo, yo tenía la respuesta, pero no había podido consultarle y no era prudente publicar algo que él no había dado a conocer.
El gol de la estrella 15
En la ida de la final, Russo no mandó a Henry al campo. El 1-0 a favor y el juego del equipo hacían ver que no se necesitaba de su esfuerzo, pero para la vuelta era diferente, se seguía esperando que el tolimense fuera titular. Cuando el marcador se puso en contra de los embajadores, muchos comentaristas lo pedían en el campo para bajar el ritmo, sin embargo, solo hasta los 77 minutos del juego y ante la necesidad de controlar a Santa fe y darle un aire al mediocampo, el DT azul lo mandó a la cancha en reemplazo de Juan Guillermo Domínguez.
Pasaron nueve minutos, los rojos habían vuelto a poner el global igualado y la definición parecía que llegaba a los penales, pero llegó el rebote que le quedó perfecto a Henry, quien tomó el balón de primera y con un zurdazo lo puso muy lejos de Róbinson Zapata para cerrar así la historia y poner la estrella de Navidad de color azul.
La autorización de Henry:
Al final de la premiación, la atención de los medios se fue con el capitán Andrés Cadavid, el arquero Nicolás Vikonis, ‘Carachito’ Domínguez, el goleador Ayron del Valle y la joven figura Jhon Duque, pero yo entré buscando al autor del gol y a quien me podía dar los ‘derechos de autor’ para contar la historia detrás del gol de Henry Rojas para la estrella 15 de Millonarios. Me dijo que sí, le pedí una entrevista y sin ningún problema accedió.