CATALUÑA SE LEVANTÓ TRAS ARRESTO DE PUIGDEMONT
Las protestas que se generaron en Barcelona y otras provincias de la región por la captura del expresidente dejaron nueve detenidos y más de 90 heridos
Nueve personas fueron detenidas ayer por la Policía regional catalana (Mossos d’Esquadra), en las protestas que se realizaron en Barcelona por la detención en Alemania del expresidente regional Carles Puigdemont, tras una orden europea dictada por la justicia española.
Fuentes de la Policía regional informaron que esas nueve personas fueron arrestadas por el delito de atentado a la autoridad, durante la concentración, en la que también se registraron 98 heridos, según informó el servicio de emergencias sanitarias.
Asimismo, precisaron que los heridos fueron atendidos por lesiones de carácter leve producidas durante los incidentes en las protestas en Barcelona y en las provincias catalanas de Lérida y Tarragona.
Durante los incidentes, que tuvieron lugar en los alrededores de la delegación del Gobierno en Cataluña, las fuerzas policiales antidisturbios dispararon salvas para evitar que algunos manifestantes, que les arrojaban objetos, pasaran el cordón policial.
Algunos de los concentrados intentaron arrojar un contenedor de basura hacia los Mossos d’Esquadra, lo que hizo que estos respondieran con una carga de dispersión.
En Barcelona se vivieron momentos de tensión durante una concentración independentista frente a la Delegación del Gobierno español, con algunos forcejeos entre centenares de manifestantes y los agentes antidisturbios de los Mossos d’Esquadra.
Convocados por los autodenominados Comités de Defensa de la República catalana (CDR), los manifestantes gritaban a favor de la huelga general y pedían la libertad de los encarcelados por el proceso independentista catalán, declarado “inconstitucional”.
También, miles de independentistas se concentraron ante la representación de la Comisión Europea (CE) en
Barcelona para pedir la libertad de Puigdemont y de los dirigentes independentistas presos por orden del Tribunal Supremo español.
Los concentrados en Gerona, ciudad en la que fue alcalde Puigdemont, pintaron de amarillo la fachada de la subdelegación del Gobierno central y descolgaron la bandera de España.
Ese color es el símbolo de los independentistas para reclamar la libertad de los líderes catalanes encarcelados, ya que los consideran “presos políticos”.