EL VOLCÁN DE FUEGO SIGUE RUGIENDO
Las tareas de búsqueda fueron interrumpidas por silbatos y gritos de alarma, debido a que el volcán de Fuego incrementó su actividad
Tres días después de la tragedia en Guatemala, las labores de rescate de sobrevivientes y cadáveres tuvieron que ser interrumpidas debido al aumento en la actividad volcánica. Hasta el momento se han registrado más de 70 víctimas mortales en la catástrofe que golpeó el domingo al país centroamericano.
Las tareas de búsqueda de sobrevivientes y de víctimas mortales no cesaban, por momentos se intensificaban; sin embargo, el sonido de los silbatos y de gritos de alerta para que todos abandonaran el lugar interrumpieron el trabajo. El volcán de Fuego incrementaba su actividad.
Socorristas, periodistas y pobladores vivieron minutos de tensión cuando fueron evacuados.
A primera vista se observó una gran columna de humo y se escucharon retumbos. Algunas personas reportaron la caída de ceniza.
En las áreas aledañas al coloso, que el domingo hizo erupción y que dejó, hasta el momento, 70 fallecidos, el temor no era para menos, el pánico se apoderó de muchas personas que estaban en los albergues.
“No me quiero morir”, era el grito de adultos y niños, quienes de la mano de sus familiares corrían para ponerse a salvo.
Unos corrieron y otros abordaron sus vehículos hacia la carretera principal, que tuvo que ser cerrada por precaución.
“Todo estará bien, es una falsa alarma”, explicaba el personal de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) explicó que se trató del descenso de flujo piroclástico. Se evacuaron cuatro comunidades.
Este material volcánico desciende a 60 kilómetros por hora y presenta una temperatura de entre los 600 a 700 grados centígrados.