La moda sigue siendo un manifiesto político
Desde 2016, con el movimiento viral #PantSuitNation, las mujeres mostraban la moda como estamento político, identificándose con las sufragistas y con Hillary Clinton. Luego, para 2017, hubo pasarelas y marcas identificadas con The Women’s March y para este año, marcas como Diane Von Furstenberg invitaban a votar en las legislativas de EEUU (así como varias famosas), y Nike se empoderaba con el deportista Colin Caepernick (de hecho, muchos seguidores de Trump quemaron sus tenis en protesta por la propaganda del jugador de fútbol americano, ícono de la lucha por la discriminación racial hacia la comunidad afroamericana). Las marcas tienen claro que hoy ya no pueden apostar por el privilegio blanco hegemónico.