Movilidad
1. El metro fue una realidad… en papel
Este 17 de octubre, Peñalosa pudo adjudicar la licitación de la primera línea del metro de Bogotá. Licitación cargada de polémicas al ser precipitada y haber sido entregada a un consorcio chino. Cumplió con plantear un metro elevado, por motivos de costo, y con una ruta modificada que tomará las avenidas Primero de Mayo y Caracas, entre Kennedy y la calle 72.
2. TransMilenio sigue estancado
Las nuevas troncales que propuso Peñalosa en las avenidas Boyacá, Séptima y 68 no avanzaron. La Séptima se detuvo en medio de acciones legales y podría ser cancelada definitivamente. La Boyacá y la 68 no pasaron de anuncios y quedarán supeditadas al metro. El deterioro es visible: según la Encuesta de Percepción de Bogotá Cómo Vamos, solo el 13% de sus usuarios en 2018 se mostró satisfecho. La única obra tangible que se entregó del sistema de transporte masivo de Bogotá fue el TransMiCable.
3. Nuevos buses rojos, ¿y los azules?
Peñalosa cumplió con el reemplazo de buses de las fases 1 y 2 de TransMilenio por vehículos de tecnologías más limpias. Pero el Sitp ha profundizado su deterioro. Cuatro de las 13 zonas licitadas en 2010 no tienen servicio y un operador quebró. Las licitaciones a mediados de 2019 de estas zonas, que iban a incluir buses eléctricos, no fueron adjudicadas y pasaron a selección abreviada. El Sitp Provisional sigue circulando.