De profesional dependiente a empresario independiente
En la universidad nos preparan y nos brindan conocimientos tanto si queremos dedicarnos a ser un profesional en la empresa de otros, como si queremos ser un emprendedor independiente.
A continuación detallamos tres consejos que le servirán en la transición de profesional dependiente a independiente.
1) Primero, conviértase en un experto en organización
El secreto es hacer una planificación de qué tareas son necesarias y organizarlas diariamente. Esto implica llevar una agenda muy detallada de grupos de tareas que deben realizarse en un bloque horario de un día en particular. ¿Por qué tanto detalle? Habitualmente un profesional trabajando dentro de una empresa recibe constantemente interrupciones y los pedidos de resolución, información, ayuda o lo que sea a lo que se dedique. Para un emprendedor que inicia su trabajo en su casa o en su oficina, las interrupciones pueden ser nocivas (porque no estarán relacionadas con el cumplimiento de sus objetivos) y también puede aparecer el síndrome de la pantalla en blanco.
2) Segundo, aprenda a delegar con visión estratégica
Esto no significa delegar las tareas estratégicas, sino todo lo contrario. Detectar cuáles son aquellas tareas que no generan un valor agregado, que no pertenecen al core o corazón del negocio, las que no requieren una visión a largo plazo y una decisión importante, las que son meramente operativas y que, aunque necesarias, no es preciso que las realice la persona más importante de una empresa: su creador.
3) El tercer consejo es que se posicione como experto
En la empresa, todos lo conocían porque era un profesional excepcional que llevaba años haciendo eso que tan bien hace. Pero ahora, encerrado en las cuatro paredes de su oficina, nadie sabe lo bueno que es. Debe darse a conocer. Debe posicionarse como experto. Encuentre actividades que le permitan salir (real o virtualmente) de su oficina y ofrecerse como el profesional que es en el mercado.