4 POR ESTA RAZÓN DEJARÁ DE COMPRAR ROPA EN 2020
Sostenibilidad, nuevas formas de consumir: comprar por comprar ya no va. El hedonismo del mundo del 2000, antes del 11/S y sus ideales están muertos para siempre. Comprar para que nos haga felices, comprar por impulso y producir desaforadamente, en medio de un mundo cuya población joven tiene menos ingresos que sus padres, y que está en medio de grandes tragedias climáticas, es impensable. Por esto, mostramos varias claves de por qué comprar menos ropa (o no comprarla en absoluto) van a cambiar la forma de consumir moda en la próxima década Vergüenza de comprar
Se conoce como köpskam, en sueco. En este país se habla de este fenómeno al hablar no solo de la tragedia del cambio climático, sino de cómo la industria de la moda se deshace de sus sobrantes (los quema o los bota). Ahora bien, en números, según el reporte de la agencia de coolhunting más grande del mundo, Wgsn, (el nuevo consumidor de 2021), para 2050 doblaremos el uso de recursos materiales. Asimismo, en su reporte sobre los milenials, se ve que estos están peor pagados que sus padres, con más trabajo y son más conscientes de sus finanzas. Por esto, simplifican sus looks para ser más sostenibles y crear formas de consumir con ofertas y reventa.
Sostenibilidad como salida
El mismo reportaje de Wgsn habla de cómo la economía circular (que consiste en crear productos de material reciclado que pueden ser reciclados de nuevo) tiene un valor de un billón de dólares. Por ejemplo, según cifras de la Cámara Nacional de Moda Italiana, los compradores de grandes tiendas de departamentos invertirán un 40% de sus gastos en productos sostenibles, en un rango de cinco años. Esto ha hecho que no se compre por comprar sino que se invierta en prendas respetuosas con ambientes y comunidades y que impliquen lo mismo en producción. O buscar otras alternativas.
Tecnología a la vista
Ya hay colecciones en 3D o virtuales, como la de Carlings hace dos años. También hay softwares que las crean y que ya usan varias marcas masivas para evitar el desperdicio de recursos e incluso está el e-fitting, donde los filtros de Instagram y la realidad aumentada le indican a la persona desde cómo personalizar sus compras hasta probarse la ropa. También hay apps que premiten crear el armario cápsula como Cladwell, que funciona por suscripción y servicios similares que invitan a depurar.
Minimalismo: solución ante el hartazgo
Ante el panorama presentado de los milenials, estos quieren una estética simple, versátil y cómoda. Por eso buscan prendas durables y recurren a plataformas como The Real Real o Vestiaire Collective, entre otras, para adquirir prendas de reventa. Inspirados también en el sentido de depuración de Marie Kondo, hay más aprovechamiento del clóset, que les sirve también en varias ocasiones de uso, ya diluidas. Muchos milenials trabajan en casa y ahí crean sus espacios productivos y de ocio. Esto también se ve en la creación de armarios cápsula de Uniqlo y en el auge de páginas y cuentas de Instagram como The Minimalist Wardrobe, una guía que invita a cuestionar y a reformar los viejos hábitos de compra para aprovechar todo lo que hay en el armario. En Instagram ya hay este tipo de cuentas e influencers usando hashtags como #modaminimalista o #slowfashion.