LAS 5 CLAVES PARA EMPRENDER Y NO FRACASAR AL PRIMER INTENTO
Un experto en emprendimiento nos dio algunas claves para quienes están pensando en concretar su negocio propio
Cuánto se está dispuesto a sacrificar del bolsillo propio y cómo darse cuenta a tiempo que la idea no resultó, son aspectos fundamentales antes lanzarse a la aventura que significa tener un negocio propio.
1) ¿Rubro conocido o apostar por lo que ‘vende’?
Sobre todo si se quiere comenzar un negocio propio luego de quedar sin empleo, la primera intención es dedicarse al rubro en el que se trabaja, pero ¿es lo más recomendable?
“Mi recomendación es trabajar en aquellas áreas donde tengo fortalezas y conocimientos, idealmente alinear la experiencia del pasado con lo que me apasiona, para así tener las fuerzas para sobreponerse y ser optimista respecto al futuro”, sostiene Andrés Cargill, director del G100, corporación pro em prendimiento.
2) Capital propio para partir: casi un ideal
No hay que ser millonario para empezar un negocio, pero sí es necesario tener algunos recursos, al menos, para partir con un colchón.
“Al menos se necesita el capital necesario para cubrir los gastos durante un período y así poder dedicar tiempo a analizar las oportunidades en el mercado”, sostiene Cargill.
En ese sentido, añade que esto también permitirá “diseñar un estrategia de negocio, entrevistarse con personas de confianza que te puedan dar retroalimentación y así finalmente ir dando forma a tu emprendimiento”.
3) ¿Opción de endeudarse?
Si no se cuenta con ese capital inicial, el pensamiento de pedir un crédito puede aparecer como opción.
Al respecto, el director de G100, recuerde que pese a ser una interesante aventura, ser emprendedor también puede ser muy riesgoso a la vez.
“La capacidad de endeudamiento va a depender de cuánto puedas y estés dispuesto a arriesgar, así como postergar ciertas seguridades que ofrece un trabajo más estable como empleado”, indica.
4) Un socio o partner
Aunque se puede pensar que es mejor estar solo que mal acompañado, Cargill también plantea que “hay un dicho que dice que solo se avanza más rápido, pero que acompañado se llega más lejos”.
Pese a ello, indica que cuando se emprende hay que estar abierto a las distintas posibilidades. “Si en el camino encuentras un partner que complemente tus talentos, aportando valor ahí donde tu tienes debilidades, entonces ahí lo principal es que exista un match en cuando a los valores. Tener un socio es una relación de confianza de largo plazo”, subraya.
4) Saber reconocer el fracaso
Pese a que la apuesta hecha para el negocio sea algo que apasione, hay que saber cuándo darse cuenta que no está resultando. “Hay que tener cuidado de no enamorarse de una idea o un producto”, advierte Cargill.
Sin embargo, recalca que “tener paciencia y perseverancia es fundamental, porque los resultados se tardan”. Y es que dice que según su experiencia, “levantarse una y otra vez, para finalmente ver que uno puede concretar un proyecto, generar valor a clientes, dar trabajo y ser un aporte en la sociedad paga con creces todos los sacrificios de ser emprendedor”.