Concejales de Bogotá no volverán a tanquear a costillas del erario
Los bogotanos ya no tendrán que seguir pagando el suministro de gasolina de los cabildantes. ¡Se les acabó la guachafita!
La mesa directiva del Concejo de Bogotá anunció que cortará el suministro de gasolina para los cabildantes.
De acuerdo con el presidente de la Corporación, Carlos Fernando Galán, el año pasado se invirtieron más de $500 millones en subsidios de gasolina. En sus palabras, fueron alrededor de $850.000 al mes por concejal, aproximadamente un salario mínimo.
“Desde que asumí la presidencia del Concejo hemos buscado con esta mesa directiva oportunidades para hacer más eficiente la labor de la Corporación, y ahí encontramos varias oportunidades, una de ellas tiene que ver con la gasolina que se suministraba a los concejales (…) Si bien no tenemos un salario, nos pagan honorarios, y nos los pagan muy bien. En esa medida, creo que de nuestros bolsillos podemos costear esa gasolina”, expresó.
Para este año, se tenía contemplado gastar más de $400 millones para esa finalidad; ahora, este dinero podrá ser invertido en otras causas.
Una de las propuestas tiene relación con acercar más a la ciudadanía al trabajo del Cabildo. “Los recursos que ahorramos en suministro de gasolina podemos utilizarlos para que la ciudadanía tenga la posibilidad de conectarse más con el Concejo y pueda incidir en los debates, con el fin de que haya una participación más eficaz y efectiva”, puntualizó Galán.
De manera análoga, el concejal Samir Abisambra, del partido Liberal, propuso que estos recursos se destinen a obras sociales en las localidades que más lo necesitan.
Según su planteamiento, durante la armonización del presupuesto se podrían redestinar estos recursos mediante la creación de una fundación que ayude, por ejemplo, a niños, jóvenes, personas con discapacidad, adultos mayores, etc.
“Lo que proponemos es utilizar esos recursos para hacer obras sociales, sin embargo, ahora vendrá la armonización presupuestal en donde debemos definir cómo se van a distribuir los presupuestos en cada una de las entidades distritales, incluyendo el Concejo”, recalcó Abisambra.
Hasta el momento, la medida ha sido bien tomada por la mayoría de los cabildantes, sin embargo, falta esperar si más adelante alguno refuta esta decisión.
¿Y el esquema de seguridad?
Además de cortar el millonario suministro de gasolina, hay otras propuestas sobre la mesa relacionadas con el esquema de seguridad de los cabildantes.
En esa medida, la concejal Marisol Gómez, de Bogotá para la Gente, radicó un proyecto de acuerdo para que los concejales renuncien a los policías motorizados que los escoltan, teniendo en cuenta que actualmente hay 90 uniformados con sus motocicletas designados para esta labor en el Cabildo.
Su propuesta busca que estos policías sean vinculados a la creación de una unidad de reacción inmediata para enfrentar los hurtos en TransMilenio, que el año pasado aumentaron 44%.
“Me parece una decisión muy acertada de la mesa directiva del Concejo. Un concejal puede pagar la gasolina
que se gasta en sus desplazamientos de su bolsillo. Espero, además, que pueda hacerse realidad mi propuesta de que los policías que sirven de escoltas a los concejales hoy sean reasignados y entrenados para atender los problemas de seguridad que tiene Bogotá”, resaltó la cabildante.
El representante a la Cámara por Decentes, David Racero, también ha aportado al debate de la seguridad de los concejales, denunciando una enorme irregularidad que desde hace tiempo se viene cometiendo. Tras revisar el decreto 1066 de 2015 del Ministerio del Interior, el congresista explicó que los concejales no deberían tener camionetas blindadas asignadas por la Unidad Nacional de Protección (UNP), teniendo en cuenta que no son funcionarios públicos con riesgo asociado a su cargo. El debate sigue en pie.