Publimetro Colombia

JEP ENTREGÓ RESTOS DE CAMPESINO ENTERRADO EN FOSA DE DABEIBA

Es el primero de los restos de los que se hace entrega. La fosa común fue descubiert­a por la JEP a finales del año pasado

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La Jurisdicci­ón Especial para la Paz (JEP) entregó los restos de un hombre asesinado hace 18 años por el Ejército y hallado recienteme­nte en una fosa común del municipio de Dabeiba, Antioquia, donde se cree que hay al menos medio centenar de posibles víctimas de falsos positivos.

La víctima, primera en ser identifica­da en Dabeiba, era Edison Lexander Lezcano Hurtado, un campesino y padre de tres hijos que tenía 23 años en 2002, “cuando fue muerto por integrante­s del Ejército Nacional”, según la JEP, tribunal creado por el acuerdo de paz firmado en 2016 por el Gobierno colombiano con la guerrilla de las Farc.

Al igual que muchos otros, fue sepultado en el cementerio Las Mercedes de Dabeiba, a unos 200 kilómetros de Medellín, donde hace dos meses la JEP exhumó los primeros siete cadáveres.

“Estamos aquí reunidos para dignificar y honrar el buen nombre de Edison Lexander Lezcano Hurtado y el de su familia”, dijo el magistrado de la JEP Alejandro Ramelli, en un acto público llevado a cabo en la plaza de Dabeiba ante decenas de habitantes del pueblo vestidos en su mayoría de blanco.

Ramelli recordó que Lezcano era “un joven honesto y trabajador, dedicado a las labores del campo, cuya vida le fue arrebatada a muy corta edad por un acto criminal cruel y sinsentido”.

Hallazgo de fosas comunes

La JEP, con el apoyo del Instituto de Medicina Legal, comenzó en diciembre pasado las excavacion­es en ese cementerio tras recibir las declaracio­nes de exmiembros del Ejército que reconocier­on haber participad­o en ejecucione­s de civiles (falsos positivos), y desvelaron el lugar de las fosas.

Con esa siniestra política, que comenzó en los años noventa, miembros del Ejército reclutaban a campesinos y jóvenes pobres con promesas de empleo y, una vez los convencían, los trasladaba­n a distintos lugares del país donde los ejecutaban a sangre fría y luego los presentaba­n como guerriller­os muertos en combate.

Con ello, los militares maquillaba­n sus resultados operaciona­les y obtenían ascensos y premios de sus superiores.

“Al realizar esta ceremonia de entrega digna a don Gustavo de Jesús, a doña Ligia del Socorro (...) estamos procurando asimismo devolverle­s la dignidad a todas las víctimas de desaparici­ón forzada”, dijo Ramelli, quien además de los padres, citó a otros familiares del campesino asesinado.

El magistrado añadió que con esta diligencia “vuelve el cuerpo de un ser amado al seno de su familia” y la JEP busca “contribuir a la recuperaci­ón y a la dignificac­ión de la comunidad de Dabeiba”.

La investigac­ión

Ayer también comenzó la segunda fase de prospecció­n en el cementerio para seguir buscando cuerpos de personas no identifica­das que podrían correspond­er a víctimas de ‘falsos positivos’.

En la zona de Dabeiba, situada en los límites de la estratégic­a región agroindust­rial de Urabá, fueron muy activos en las décadas pasadas varios frentes del Bloque José María Córdova de las Farc, que se disputaban el control de esos territorio­s con paramilita­res y con el Ejército. La Fiscalía ha investigad­o cerca de 5000 casos de falsos positivos que implican a unos 1500 militares y que fueron cometidos entre 1988 y 2014. De estos, la JEP ha recibido informació­n de 2200 casos que, por el momento, se encargará de juzgar.

El Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) pidió el pasado 16 de diciembre a la JEP que proteja 16 lugares de Colombia en los que se cree que pueden estar sepultadas más víctimas de los falsos positivos.

Los sitios están ubicados en los departamen­tos de Antioquia, Caldas, Sucre, Santander y Norte de Santander.

“Al realizar esta ceremonia de entrega digna estamos procurando, asimismo, devolverle­s la dignidad a todas las víctimas de desaparici­ón forzada” Alejandro Ramelli, magistrado de la JEP

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|EFE

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