Lo bueno, lo malo y lo feo del Tour Colombia
Con el final del Tour Colombia 2020, quedan los balances. También queda el espacio para planear cosas para mejorar
El Tour Colombia 2020 terminó en el Verjón y todavía se sienten sus efectos sobre Boyacá, Cundinamarca y Bogotá. Para Sergio Higuita y el equipo Education First, la carrera será un grato recuerdo. Pero no todo lo que brilló en estos seis días de ciclismo fue oro.
La Federación Colombiana de Ciclismo ya empezó la planeación de la próxima carrera. Se discute si circulará en regiones ya recorridas como Antioquia, o si lo hará en Santander o la Costa Caribe, buscando abrir el ciclismo a todo el país.
“Cuando uno tiene la presencia de tantas figuras en carrera, tiene la presencia de la afición y al mismo tiempo tiene el compromiso de trabajar con más intensidad para que las cosas sean cada vez mejores”, dijo en meta el director de la Federación Colombiana de Ciclismo, Jorge Mauricio Vargas.
Lo bueno
Justamente, lo mejor del Tour Colombia 2020 fue la participación de grandes figuras. Los colombianos vieron al ganador del Tour de Francia, Egan Bernal; al del Giro de Italia, Richard Carapaz; al de la Vuelta a España 2015, Fabio Aru; al de la Milán San Remo, Julian Alaphilippe, y a grandes corredores de múltiples equipos.
Además, la afición estuvo a la altura. Desde la contrarreloj por equipos inicial en Tunja, el público boyacense acompañó los cuatro días de carrera en el departamento. También brillaron los habitantes de Zipaquirá en el fin de semana, y por supuesto, en Bogotá los fanáticos se volcaron a las calles.
Las imágenes en zonas emblemáticas como Duitama, Sogamoso o el alto de Patios mostraron la pasión y el cariño de los colombianos por sus ciclistas. Además, el descubrimiento del alto del Verjón y el ‘muro de la Perseverancia’, en la calle 32 de Bogotá, prevén su aparición en muchos más eventos ciclísticos.
Lo malo
Es una lástima que la carrera haya quedado tan bloqueada desde el primer día. Por supuesto, no es culpa de un Education First que fue muy superior en la contrarreloj por equipos, donde sacó tres segundos por kilómetro. Pero el equipo fucsia tuvo un control férreo de la carrera desde el primer día. Habrá que
replantear la ubicación de la CRE para dar más agresividad los demás días.
El recorrido, aunque compensado, también fue muy repetitivo y ayudó al EF. Hubiera sido importante mostrar otros sitios en Boyacá y Cundinamarca, como lo pudieron ser el Pantano de Vargas o el
Pueblito Boyacense de Duitama, pero las vías tendrán que ser modificadas.
Lo feo
Justamente las vías tuvieron críticas. El mal estado en el paso de Duitama hacia Santa Rosa, o los huecos en plena ruta en Bogotá, afectaron el recorrido. Hay que anotar que en otros lugares como Paipa o la autopista BogotáSogamoso se hicieron obras para tener la mejor superficie posible.
Finalmente, la logística en el último día en el Verjón fue criticada. Hubo muchos problemas con el público, largos retrasos que molestaron a los equipos, y dificultades para ciclistas y periodistas. Estos detalles deberán mejorar en próximas ediciones, para dar a la carrera el nivel que, por participación, ha tomado en el mundo.