“Quiero sentirme otra vez vivo” MARCELO GUTIÉRREZ
El mejor ciclista de downhill del país, con más de 15 años de carrera, cuatro veces campeón nacional, campeón panamericano y habitual participante de la Copa del Mundo UCI, habló sobre su nueva faceta como comentarista y explicó las razones por las que no
Siendo uno de los mejores del mundo y con serias posibilidades de seguir ampliando su historia en el deporte, ¿por qué decidió tomar 2020 como año sabático?
En teoría es sabático, pero no del todo. Sabático solo en cuanto a competencias. De hecho, mi novia me regaña porque había dicho que quería descansar de tantas cosas en las que estaba metido, pero es imposible. Soy una persona muy inquieta, creativa y propositiva. Quiero parar de competir, porque le perdí el encanto y en la vida no estamos para quedarnos estancados en cosas que no nos llenan. La idea era viajar, tomar un descanso y conocer Colombia. En medio de eso pude vender un proyecto para generar consciencia y mostrar qué somos a través de la diversidad de Colombia, pero no en Bogotá, Cali o Cartagena, sino de los lugares recónditos, nuestra verdadera cultura y la naturaleza que tenemos. A eso le estoy apuntando.
¿Y de deporte nada? ¿Se distanció del todo para esta temporada?
Me distancié de la competencia, pero no del deporte. Le voy a confesar algo y es que mi mayor temor es no poder hacer deporte. La pausa es a nivel competitivo, pero enfocada a cómo puedo servirle a la comunidad y generar un impacto en redes gracias a lo que he conseguido como imagen deportiva. En estos momentos estoy recogiendo los frutos de lo que sembré y eso me permite darme este lujo, aunque reconozco que es un reto muy berraco. Cuántos no quisieran firmar un buen contrato, tener un excelente equipo, viajar y tener estabilidad. Sin embargo, me bajé de ese bus con el objetivo de darle testimonio a los jóvenes deportistas y a la gente del común. La vida es muy corta y uno puede soñar mil cosas con la gente linda que lo rodea. Si se vive en el miedo, uno se bloquea en las decisiones. Salirse de la zona de confort es vivir. Por eso quiero sentirme otra vez vivo.
¿Cuáles fueron las razones que lo motivaron a tomar esta decisión?
Son cuatro. Una es la salud. Hace dos años me inició una colitis ulcerativa, una enfermedad en el colon que me ha afectado bastante y 2018 fue un caos total, porque los dolores fueron horribles. En 2019, mejoró un poco, pero a final de año otra vez me enfermé, así que quiero darme importancia y darle descanso a mi cuerpo.
Otro de los puntos es que me siento un poco vacío. El año pasado tuve más de lo que alguna vez imaginé, pero no estaba contento. Las relaciones con la familia, amigos y novia no eran las mejores porque la vida del deportista es muy individualista. Me alejé mucho de ellos y me di cuenta de que la satisfacción humana está en las relaciones porque somos seres sociales.
El punto número tres es que quiero vivir la vida. Me ha tocado ver cómo muchos se han matado en el deporte o por enfermedades a raíz de eso. Uno se pone a pensar en cuánto hay que ahorrar y en lo que uno quiere conseguir, pero cuánto es suficiente para vivir la vida de verdad. Nunca será suficiente porque uno siempre quiere más. La vida a veces pasa y no se disfruta. La última razón es porque aquí estamos para servir y devolver. Mi objetivo es dejar huella, buscar cómo impactar a la gente y dejar legado. Razón por la que decido compartir, dar clases y enseñar.
¿Se arrepiente de lo que vivió y de la manera en que manejó todo?
Cero arrepentimiento. Sin todo lo que viví, no estaría pasando esto. Nunca se le puede decir a alguien que no lo haga, sin antes haberlo vivido. Hay una frase muy buena que dice: ‘Menos igual a más’, es decir, entre más tiene, menos tiempo y menos vida. Tuve que vivir lo que viví para darme cuenta de lo que tengo y del mensaje que quiero dar. Cómo es posible que después de 12 años, tenga que recorrer el mundo entero para darme cuenta de que en Colombia tenemos muchas cosas y somos unos privilegiados. El punto es que estoy cero arrepentido y de hecho aún me queda mucho en el deporte.
Hace un año, usted afirmó que su mayor sueño era ganar el Mundial de Downhill, ¿qué pasó con eso?
Conseguirlo sería bonito para cerrar ese ciclo de algo que siempre quise y demostrar que uno es el mejor, pero, en realidad, qué quiero demostrar, esa es la pregunta que me hago porque qué aporta eso. El Mundial no lo veo como una meta. De hecho, lo que ahora veo como una meta es buscar carreras que me gusten, disfrute y sea placentero correr. Aspiro estar en un Monserrate 2021. Me gustaría combinar un poco lo que estoy haciendo de contenido de videos con tutoriales y una que otra carrera. Eso sí, tengo claro que no voy a hacer el calendario entero porque es una tarea pesada y una dedicación de tiempo larga.
¿Ha recibido invitaciones para estar presente en una algún evento o carrera aunque no sea para competir?
Sí, estaré en La Leyenda del Dorado. Cabe aclarar que voy a ese evento para participar y terminar la carrera, pero no para competir. La larga distancia no es lo mío. Sin embargo, es bonito ponerse a prueba y pedalear tantos kilómetros durante siete días seguidos en montaña. Estoy seguro de que será satisfactorio porque esa carrera es una comedera de la que ya sabemos. Son retos que uno debe asumir en la vida. Por eso, así como haré La Leyenda, quién sabe más adelante si haga un Ironman o una maratón, habrá que esperar. Uno va saliendo de la zona de confort para vivir nuevas experiencias enriquecedoras y mi vida era muy monótona. La vida es muy corta como para verla pasar.
En esta nueva faceta, ¿no ha pensado vincularse a la Federación o al Comité para ayudar a que el downhill sea incluído en los Olímpicos y que el deporte suba de nivel en Colombia?
Hasta ahora no. Ese es un mundo bien politiquero y no me veo todavía metido por el tema logístico, de contactos y demás. En este momento siento que como estoy haciendo las cosas, estoy apoyando más a la escena y al deporte, construyendo pistas y teniendo un acercamiento directo con el rider, ya que también entro al campo y no hago cosas desde arriba, esperando a que le lleguen al corredor. Con la Federación no hay nada que hacer porque para que el deporte sea olímpico depende de la UCI, y para que el nivel crezca, creo que se deberían unir los entes que están regados por el país, una Copa Cundinamarca, una Copa Caldas, una Copa Valle, y hacer una sola, pero eso tarda tiempo. Eso sí, ya lo he estado hablando y viendo. Creo que se puede hacer más desde la presencia, ayudando, aconsejando y estando ahí. Dígame cuándo se supo que existía el presidente de la Federación de Ciclismo, Agustín Moreno, que salió hace poco.
Hace poco inició una nueva faceta como comentarista. ¿Con cuál se queda, comentando o compitiendo?
Esa pregunta está buena. He disfrutado mucho comentar, porque la vida es eso, tirarse a quemarropa y después se mira cómo se saca del estadio. Empecé el año pasado cuando cubrí el evento deportivo más largo que ha transmitido RedBull TV en Utah, Estados Unidos. Ahora voy a narrar Devotos de Monserrate y ya se definió que estaré como comentarista en las ocho copas del mundo de downhill en español. Va a ser bonito, porque será un plus para los televidentes, quienes verán a un rider muy vigente. La idea mía, y ojalá pueda lograrlo, es interactuar en vivo con la gente, poderles responder y entablar una conversación, porque hay más cercanía con el que está viendo. El que no me quiera, me sufrirá por tres horas, y el que me quiera mucho, lo disfrutará.
Teniendo en cuenta la manera en que ve la vida ahora, ¿qué le dice a las promesas del deporte nacional en downhill?
Cuando doy clases y conozco gente, les pregunto si quieren competir o disfrutar. Si su objetivo es competir, el mensaje que les doy es que tengan presente que hay muchas dificultades y ante ellas deben buscar soluciones. Nada es imposible y está demostrado. La vida del deportista es dura y arrancar es complicado, entonces tendrán que guerreársela. Si salen con la excusa de no tener plata o tiempo, deben tener claro que yo no tuve todo desde el prinicipio, ni Egan Bernal, ni Rigo, ni Nairo ni nadie. Todos arrancamos con las uñas, así que a pelearla desde abajo. Ese sería el mensaje para el que quiere ser deportista. Y para el que solo quiera como aficionado, le digo que viva la vida, salga y disfrute. Hay mucho más de los que nos imaginamos en Colombia, solo que a veces no somos conscientes.
Esto no es un retiro, ¿pero cuándo lo volveremos a ver en acción junto a la élite del downhill?
No he dicho que me he retirado, pero tampoco he dicho que voy a volver (risas). Este año es sabático en cuanto a competencias. Luego, en diciembre, veré si me hizo falta correr o si ya no me dan ganas ni de escuchar el ‘5, 4, 3, 2, 1’ otra vez. Estoy en un año para conocerme, descansar y a final de año tomar decisiones. No he dicho que me he retirado y mal haría yo en decir eso, porque después regreso a competir y no se vería bien. Es un tiempo de prueba y reflexión.
“No he dicho que me he retirado, pero tampoco he dicho que voy a volver. Este es un año sabático en cuanto a competencias. Luego, en diciembre, veré si me hizo falta correr”