‘Farc no está aportando a la verdad’: víctimas
Ingrid Betancourt fue una de las víctimas de esta exguerrilla en manifestarle a la JEP que lo que hacen los exmiembros de las Farc es intentar justificar el secuestro
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“Las Farc se apropiaron de mi vida, de mi tiempo familiar y laboral, de mi recorrido político y de mi voz, para usarme como escudo militar... Ahora siguen haciéndolo, usándome para justificar sus comportamientos delictivos ante la JEP”
Ingrid Betancourt
La JEP recibió 272 observaciones de víctimas del conflicto que manifestaron su inconformidad con las versiones que los exguerrilleros de las Farc han entregado al tribunal en el caso que investiga sobre secuestros.
Según un proceso de observación que terminó el pasado 28 de febrero, las víctimas consideran que los excombatientes “no reconocen ni aportan verdad suficiente sobre los sufrimientos que infligieron a los cautivos”.
Las objeciones de los sobrevivientes hacen parte del proceso 001 que abrió la jurisdicción especial para esclarecer los casos de secuestro simple, secuestro extorsivo, toma de rehenes, desaparición forzada y otro tipo de delitos relacionados con la retención de personas durante el conflicto armado.
Verdades maquilladas
En la etapa de observación a las versiones, en la que la JEP recibió los cuestionamientos de 1908 víctimas vinculadas con el caso 001, los temas más recurrentes fueron los maltratos físicos y psicológicos sufridos durante el secuestro, como los que vivió la excandidata presidencial Ingrid Betancourt.
Precisamente, la también exsenadora, a quien las Farc mantuvo en cautiverio durante seis años (2002 y 2008), le envió la semana pasada una carta a la JEP en la que expuso su inconformidad con el relato de los exguerrilleros y aseguró que “el mayor peligro que corría no eran los bichos ni la selva, eran ellos, su violencia, y su decisión de matarme”.
“Obligarme a hacer las necesidades frente a un guerrillero, como explican ellos, para impedir mi fuga es una justificación inaceptable. La razón era otra y revela la gravedad del delito y su complejidad psíquica”, agregó
Betancourt en su relato, que coincide con los reparos que le entregaron las víctimas a la JEP.
Desacuerdos entre víctimas y exguerrilleros
En general, las observaciones corresponden a desacuerdos que tienen las víctimas con lo afirmado por los miembros de la guerrilla sobre el trato que recibían los secuestrados.
“En segundo lugar, la observación más común de las víctimas se refiere a preguntas que los miembros de la extinta guerrilla no respondieron, y que las víctimas consideran son aportes necesarios a la verdad”, explicó la JEP.
Además, los sobrevivientes hicieron comentarios sobre el modo en el que las versiones fueron entregadas por los exguerrilleros, particularmente sobre el tono de voz o la manera de referirse a ellos, la falta de compasión en las palabras utilizadas para minimizar el sufrimiento de las víctimas, en especial la comparación de los lugares y condiciones de cautiverio con cárceles del Estado.
“Muchas víctimas en sus observaciones afirman que es falso que los campesinos apoyaban a las Farc cuando en realidad durante mucho tiempo estuvieron obligados por la fuerza de las armas y la amenaza del castigo”, enfatizó la JEP.
Para las víctimas, los relatos de los exguerrilleros intentan minimizar o maquillar la verdad sobre el sufrimiento al que fueron sometidos y por esa razón, al concluir sus reparos, le entregaron a la JEP 76 demandas que el alto tribunal contrastará con la práctica de pruebas en los temas en los que persisten contradicciones y vacíos.