Chocó: sin defensas para luchar contra el coronavirus
Tras el contagio de una mujer, se teme que haya más chocoanos con la enfermedad El departamento no tiene un sistema de salud fuerte para afrontar el virus /
En el mapa del coronavirus en Colombia hay un nuevo punto rojo, Chocó, donde el sábado las autoridades confirmaron el primer caso, el paciente cero que pone en alerta a un sistema de salud históricamente en estado crítico por la corrupción y el abandono.
El Ministerio de Salud confirmó que la contagiada es una mujer de 47 años que es tratada en su propia casa en Quibdó, y que está en estudio la manera en la que contrajo la COVID-19.
Chocó es el departamento con mayor índice de pobreza monetaria (58%) del país, según el Departamento Nacional de Planeación; solo cuenta con seis hospitales de primer nivel (básico) para atender a 30 municipios y uno de segunda categoría (intermedio) para más de 530.000 habitantes.
Las 27 camas de sus tres Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), fundamentales en esta pandemia, no solo pertenecen al sistema de salud privado, sino que además están permanentemente ocupadas.
El riesgo de la pandemia
“Si no somos estrictos con las medidas (preventivas), con el paciente cero se nos desata un efecto dominó en el departamento”, explicó la coordinadora del comité técnico creado para la contención de la pandemia, la médica Gloria Prado, magíster en Salud Global de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).
El comité prevé que tras el paciente cero, 227 personas se pueden contagiar en los primeros 15 días. De estos, 181 pueden presentar un cuadro clínico leve, 34 requerirían hospitalización y 11 serían críticos, para atención en UCI.
Según Prado, si no se siguen las recomendaciones de los expertos, “se estiman 90 días de pandemia para el Chocó” que alcanzaría un pico en el día 40, durante el cual “tendríamos unos 26.950 contagiados y 1347 muertes”.
Desde el 6 de marzo, cuando se detectó el primer caso en Colombia, y al cierre de esta edición, han sido confirmados 2776 contagios y un centenar de muertos.
Graves antecedentes
La historia clínica de Chocó es de pronóstico reservado hace décadas. Su hospital principal, el San Francisco de Asís, en Quibdó, fue intervenido en 2007 y desde entonces atraviesa una grave crisis financiera por la que la Procuraduría ha sancionado a varios funcionarios acusados de corrupción.
Por si fuera poco, la región del Pacífico tiene la mayor concentración del país de enfermedades crónicas, como hipertensión, y Chocó, por sus condiciones sociales, es un caldo de cultivo para la transmisión de otros males.
“Por estas características del departamento, nuestros requerimientos siempre van a estar muy por encima de nuestra capacidad instalada”, explicó Prado.
La razón para la que el primer contagiado en Chocó haya sido confirmado un mes después que en el resto del país puede ser que realmente no había casos o que la precariedad del departamento, que no tiene laboratorio de pruebas, retrasó la aparición.
Las muestras son tomadas por la Secretaría de Salud y es el Instituto Nacional de
Salud (INS), en Bogotá, el que se encarga de procesarlas, pero con el cierre de los aeropuertos y la cuarentena “los resultados llegan con muchos días de retraso. Esto es una gran desventaja”, denuncia Prado.
Corrupción y burocracia
Otro problema crónico es la falta de pago al personal sanitario, que suelen ser los últimos en recibir por la corrupción política reinante en el sector, no solo en Chocó, sino en todo el país.
Los médicos del hospital San José, en Tadó, municipio a unos 60 kilómetros de Quibdó, denuncian el constante atraso en salarios, vacaciones y primas, en algunos casos desde 2013.
El personal de la salud exige además a la administración el saneamiento de una deuda que asciende a 5000 millones de pesos y el mejoramiento de la deteriorada infraestructura.
El personero municipal de Tadó, Yirson Ledezma, explicó que estas demandas se pueden resolver si desembolsan unos recursos asignados a Chocó desde 2017 por medio del Fondo de Salvamento y Garantías para el Sector Salud (Fonsaet), que sin embargo no han salido del papel.
Para evitar la liquidación del hospital San Francisco de Asís, el principal del departamento, el Ministerio de Salud le transfirió a Chocó hace tres años más de 13.000 millones de pesos.
“De ese dinero, 9000 millones eran para el hospital de Quibdó y el resto debía distribuirse entre las demás entidades hospitalarias”, dice Ledezma, pero explica que la burocracia tiene paralizado el trámite para el resto del dinero.