Algunos consejos importantes, según Marina Alejandra Torres, psicóloga de la Clínica Reina Sofía
Afrontarlo.
Evitar, negar y asumir, cada uno de estos sentimientos son una experiencia difícil de aceptar, ya que son diferentes y se relacionan directamente con la historia de vida de quien vive el proceso.
En muchas ocasiones, las creencias religiosas se convierten en un soporte para estas coyunturas. Y aunque en este momento no es posible realizar un sepelio, si se pueden realizar rituales sagrados de despedida desde el amor y la bondad que honren ese vínculo y a esa persona que ya no está en el plano terrenal.
Y en caso de ser necesario, buscar ayuda profesional será una excelente herramienta de autoayuda.
Acompañamiento.
Si bien, por el contexto que estamos viviendo, no es posible despedir a los seres queridos como normalmente lo hacemos, es importante que dentro de las familias se establezca un acompañamiento más profundo y cercano de lo normal.
Las redes de apoyo familiar cumplen un rol vital para poder contener esta ruptura cultural frente a los rituales tradicionales.
Aceptar el hecho de no poder realizar un sepelio en esta época.
Ante las pérdidas que se dan, no solo por causa del coronavirus, lo más importante es ser flexible para, de alguna manera, empezar a generar actividades de despedida que tengan significado para las personas que viven el duelo. Algunas de ellas pueden ser encender velas, hacer una oración o destinar un espacio en casa para honrar su memoria de manera espiritual.
Atención.
Es primordial reconocer las redes de apoyo más cercanas. La familia, los amigos, la pareja o los colegas que puedan ayudar en la contención del proceso por medio del acompañamiento. También es importante conocer qué instituciones acompañan estos procesos. Algunas de ellas son las EPS, las secretarías de Salud y otras organizaciones especializadas.
Ver fotografías, escribir cartas, y homenajear con rituales simbólicos son actividades que pueden ayudar a controlar el dolor y el sentimiento de ausencia.
Prevenir que las personas que están pasando por un duelo sufran de depresión.
Es trascendental prevenir y promover la salud mental. Sin embargo, evitar un proceso depresivo está relacionado con los antecedentes de cada persona. Alguien que ya ha sufrido episodios de depresión diagnosticados, es más propenso a sufrirlos nuevamente.