Hay que resolver la crisis económica que dejó el virus
PUBLIMETRO consultó a expertos en macroeconomía para saber más sobre la recuperación que nos espera después de que la pandemia haya terminado
El devastador impacto que la nueva pandemia de coronavirus ha causado incluye una fuerte crisis macroeconómica. Los expertos confirman que en muchos países veremos la recesión más severa desde la Gran Depresión de 1929.
“Más de 30 millones de personas solicitaron beneficios de desempleo en Estados Unidos. Alrededor de 10 millones de trabajadores solicitaron trabajo a jornada reducida en Alemania. Como pasarán meses o incluso años hasta que se desarrolle una vacuna contra la COVID-19, la vida social y la macroeconomía se verán afectadas negativamente durante un largo periodo de tiempo”, explicó a PUBLIMETRO Christian Merkl, profesor de Macroeconomía de la Universidad de Erlangen-Núremberg, Alemania.
El desempleo es, en efecto, uno de los factores que indican la magnitud de la crisis económica mundial. Según la Organización Internacional del Trabajo, la constante disminución de las horas de trabajo en el mundo significa que 1600 millones de trabajadores de la economía informal –casi la mitad de la fuerza de trabajo mundial– están en peligro inminente de ver desaparecer sus fuentes de sustento.
“Actualmente, los sectores con contactos cercanos a sus clientes son los más afectados, como los hoteles, los restaurantes o el tráfico aéreo. Incluso una vez que se eliminen las medidas de cierre, estos sectores seguirán sufriendo porque los clientes cambiarán sus hábitos debido a la COVID-19. Dada la gravedad de la recesión, los productores de bienes duraderos también se vean muy afectados. Los trabajadores que pierden su trabajo (o temen perderlo) normalmente posponen la compra de nuevos carros o neveras”, añadió Merkl.
¿Pero cómo debería recuperarse el mundo?: “Necesitamos más, no menos, colaboración internacional –agregó el profesor Merkl–. Esto ciertamente es cierto para la investigación médica y el suministro de productos médicos”.
“Además, los encargados de la formulación de políticas deben asegurarse de que las cadenas de producción internacionales se mantengan lo más ininterrumpidas posible, imponiendo al mismo tiempo las medidas de seguridad sanitaria necesarias. Es de esperar que los gobiernos hayan aprendido una de las principales lecciones de la Gran Depresión: si los países obstaculizan el comercio internacional, todos ellos están en peor situación”, concluyó.