Le dan la casa porcárcel al jefe de campaña de Donald Trump
Paul Manafort, el exjefe de campaña electoral de Donald Trump y quien fue condenado a siete años de prisión por evasión de impuestos y conspiración, fue excarcelado y enviado a cumplir el resto de la condena en su hogar por razones de salud.
Manafort, de 71 años, cumplía su sentencia en la prisión federal de Loretto, en Pensilvania, una prisión de baja seguridad en la que purgan sus delitos menos de 800 convictos y de la que debía salir en noviembre de 2024.
Los abogados del exjefe de campaña de Trump, citados por medios locales, indicaron que la decisión de llevar al convicto a su hogar en Alexandria, cerca de Washington, respondió a un pedido hecho a la Oficina Federal de Prisiones el mes pasado, en el que aludían a los riesgos de que su cliente contrajera una infección de coronavirus teniendo en cuenta la edad y otras condiciones de salud de Manafort.
No se ha informado que en la prisión de Loretto se hayan confirmado contagios del coronavirus.
En marzo del año pasado, Manafort fue condenado a siete años de prisión y a devolver seis millones de dólares tras dos juicios en los que se le acusó de fraude fiscal y bancario, en un proceso relacionado con la llamada trama rusa.
Manafort, que dirigió la campaña de Trump entre mayo y agosto de 2016, tuvo que dimitir tras descubrirse que había recibido 12,7 millones de dólares por asesorar en secreto al expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich (2010-2014), vinculado a Moscú.
Cuando en mayo de 2017 el Departamento de Justicia nombró a Robert Mueller para investigar la presunta injerencia del Kremlin en las elecciones a la Casa Blanca del año anterior, este puso la lupa en las finanzas de Manafort para forzarlo a firmar un acuerdo de colaboración en la investigación de la campaña de Trump a cambio de recibir una condena reducida en sus procesos.
Sin embargo, Mueller rompió el trato al considerar que el asesor le había mentido de forma reiterada, algo que la juez Amy Berman Jackson, que llevó el caso, consideró probado y lo que podría haber agravado la sentencia.
En diciembre del año pasado, Manafort estuvo hospitalizado varios días debido a un incidente cardiaco, y se recuperó en un hospital local de Pensilvania bajo la supervisión de las autoridades de la prisión.
Según los abogados, Manafort, quien toma 11 medicamentos todos los días, sufre de presión arterial alta, enfermedad del hígado y afecciones respiratorias, además de haber contraído gripe y bronquitis en febrero pasado.
La pandemia de coronavirus ha infectado a cientos de reclusos y empleados de cárceles de todo el país, y en los centros de detención de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) se han detectado casi 900 casos entre los más de 29.500 hombres, mujeres y niños recluidos en diferentes centros en todo el país