Despedida a Robertico, el guardaparques que dedicó su vida al mar
Homenaje. El biólogo marino falleció en Barranquilla por complicaciones asociadas a la COVID-19
Sus compañeros, colegas y demás estudiantes que lo conocieron lamentaron el fallecimiento del reconocido biólogo marino colombiano Roberto Pardo.
El también reconocido guardabosques de Parques Nacionales Naturales de Colombia murió en la Clínica General del Norte en Barranquilla, debido a un cuadro relacionado al coronavirus.
Este protector de la naturaleza estudió su carrera en Cali, donde se graduó como biólogo marino en la Universidad del Valle.
Trabajó durante 16 años en Parques Nacionales Naturales de Colombia. Realizó muchas de sus investigaciones en la isla Gorgona, en la costa pacífica y en el Parque Farallones de Cali.
“Gracias a la gente de la conservación he podido conocer muchas comunidades en el Pacífico, en el Caribe y en muchos sitios como el Amazonas”, dijo Roberto en uno de los variados videos publicados en YouTube.
Una vida en el mar
Su condición física nunca fue un obstáculo para que Robertico cumpliera todos los sueños que deseó en su carrera profesional, entre ellos, estudiar a animales como las ballenas jorobadas y los tiburones.
Tenía 56 años y padecía, además, acondroplasia, un tipo de trastorno genético óseo, poco común, que se caracteriza por brazos y piernas cortas y cabeza grande.
“Nací con una condición denominada acondroplasia que es síndrome de talla baja, esto me impidió crecer como una persona de talla normal. Mido 97 centímetros, pero aun así logré realizarme como profesional”, resaltó el biólogo en uno de sus videos.
Robertico buceaba a más de 10 metros bajo el agua, navegaba en lanchas y botes, trepaba árboles y atravesaba espesos manglares siempre ansioso de obtener más conocimientos de la poco investigada fauna y flora colombiana.
En los múltiples artículos que se escribieron sobre la vida del biólogo señaló que pese a que tuvo muchos episodios de discriminación, nunca se sintió diferente a los demás, sino con las mismas posibilidades, de dejar que su legado perdurara como maestro en la conservación ambiental de especies en el país.
Desde hace unos años padecía de una artrosis degenerativa de cadera que poco a poco fue avanzando. Esta dolencia lo dejó sin movilidad en sus piernas. Tenía que andar con caminador y para salir usaba una silla de ruedas.
A través de la EPS intentó realizar una operación en su cadera el año pasado, pero le fue negada, por lo tanto recurrió a un médico externo, quien le iba a realizar la intervención este año a través de unos fondos y recursos que comenzó a reunir en una campaña social.
Desde hace varios años realizaba teletrabajo desde Barranquilla para Parques Nacionales, apoyando el tema que más lo apasionaba: la educación ambiental.
Robertico era uno de los pocos expertos en el país dedicados a los erizos y las estrellas de mar en la costa Pacífica. Su tesis de grado sobre la biogeografía de los equinodermos le valió el Premio Nacional de Ecología Hernando Patiño.
“Durante mi vida he podido conocer muchísimos sitios espectaculares de Colombia que jamás hubiera imaginado y todo ha sido gracias al trabajo que hice con Parques Nacionales desde hace varios años”, destacó en un video.
El adiós a Robertico
Según el diagnóstico entregado por la Clínica General del Norte a sus familiares, el guardaparques falleció de un paro cariorespiratorio con un cuadro de neumonía asociada al coronavirus.
Por ello le efectuaron una prueba y sus allegados están a la espera de los resultados en Barranquilla.
Sus colegas en Parques Nacionales Naturales de Colombia lamentaron su pronta partida y le hicieron un sentido homenaje en redes sociales.
“Gracias a la gente de la conservación he podido conocer muchas comunidades en el Pacífico, en el Caribe y en muchos sitios como el Amazonas”
ROBERTO PARDO
Biólogo marino