Pasatiempo urbano (6)
En estos días en el mundo se han derribado monumentos, estatuas y bustos de personajes históricos acusados de haber sido esclavistas, racistas o tiranos. Como la pandemia aún no da tregua y el confinamiento está más que recomendado, hoy propongo un trayecto imaginario para evocar algunas de las estatuas y monumentos de la ciudad.
Dejando de lado al más que obvio Simón Bolívar, presente en diversas plazas y parques, intentemos recordar cómo se llaman otros personajes de la historia (y también de la ciencia) que, bajo forma de estatua, busto o monumento, forman parte del patrimonio de Bogotá.
Al Precursor, al prócer que tradujo los Derechos del Hombre, le rinde homenaje una estatua ubicada en el jardín de un palacio que lleva como nombre su apellido. Pocos metros al norte de allí, en el costado sur del Capitolio, hay una estatua de un presidente del siglo XIX, oriundo del Cauca, que ocupó cuatro veces la primera magistratura. Y ya que estamos por esos lados, en la plaza del antiguo colegio de San Bartolomé, diagonal al la plaza de Bolívar, se erige una estatua de uno de los grandes protagonista de los hechos del 20 de julio de 1810, quien además es homónimo de un sacerdote y sociólogo al que se le conoce como el cura guerrillero.
Si atravesamos la plaza en diagonal y llegamos a la carrera Octava, entre las calles 12 y 12B se erige una estatua de un presidente tolimense del siglo XIX que trajo a Colombia el telégrafo y que le da su nombre al edificio que está a espaldas de la estatua.
De nuevo en la carrera Séptima, entre calles 15 y 16, hay un parque (con su estatua correspondiente) que le rinde tributo al Hombre de las Leyes. Una cuadra al sur, en la plazoleta de El Rosario, está la del conquistador que fundó a Bogotá.
Y si se camina hacia el oriente por la avenida que lleva el nombre de dicho conquistador, a la altura de la calle 18 se encuentra una representación escultórica de la Heroína del Pueblo.
Para continuar con los próceres de la Independencia, en la plaza de Las Nieves (carrera Séptima con calle 20) hay una estatua de un condenado a muerte del que se dijo: “España no necesita sabios” y que dejó como despedida final una o larga y negra atravesada por una raya en la mitad (“¡Oh larga y negra partida!”). Y si nos desplazamos con nuestra imaginación hasta el parque de la Independencia, allí encontraremos a un gran astrónomo del Renacimiento que dedujo que la Tierra no es el centro del Universo sino que gira alrededor del sol. Y si se atraviesa la carrera Séptima, en la plazoleta de la iglesia de San Diego se encuentra una estatua que evoca al padre fundador de Estados Unidos, cuyo apellido le da nombre a un estado a orillas del Pacífico que limita con Canadá y que es la cuna del grunge. Seguimos nuestro recorrido por la carrera hacia el norte. A la altura de la calle 32 se erige una estatua ecuestre del libertador de Argentina. Y si se sube por esa calle arribamos al barrio La Perseverancia. En la 32 con carrera Cuarta encontraremos un pequeño pero muy emblemático busto del Caudillo del Pueblo.
Pero como no todo se limita al centro de la ciudad, continuaremos este paseo imaginario en busca de estatuas y monumentos en una próxima oportunidad.
“COMO LA PANDEMIA AÚN NO DA TREGUA Y EL CONFINAMIENTO ESTÁ MÁS QUE RECOMENDADO, HOY PROPONGO UN TRAYECTO IMAGINARIO PARA EVOCAR ALGUNAS DE LAS ESTATUAS Y MONUMENTOS DE LA CIUDAD”